El lenguaje de los lunares postizos



Parece que el origen de los lunares postizos se remonta al siglo XVII cuando la viruela hacia estragos en toda Europa. Son característicos de esta enfermedad los abultamientos y cicatrices que aparecen en la cara y en el cuerpo de las personas infectadas.
Los lunares postizos, de seda o terciopelo, con distintas formas (lunas crecientes, corazones, estrellas…) trataban de disimular las marcas de la viruela y era utilizado por hombres y mujeres.
El uso masivo de estos lunares condujo a la creación de un lenguaje silencioso – como el abanico -.
  • Un lunar junto a la boca de una mujer señalaba “quiero ligar”.
  • Un lunar en la mejilla derecha “estoy casada”
  • Un lunar en la mejilla izquierda “estoy prometida”
  • Un lunar junto al ojo “estoy cachonda” (perdón por la expresión tan vulgar)
Tras la aparición de las vacunas en el siglo XVIII y su rápida difusión se consiguió controlar la enfermedad y su uso pasó exclusivamente al terreno de la cosmética.


Fuente: Las cosas nuestras de cada día – Charles Panati
El lenguaje de los lunares postizos escrito por Javier Sanz en: Historias de la Historia