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ENIGMAS - La leyenda del regimiento de Norfolk

 

La leyenda del regimiento de Norfolk
Por: Fermín Castro

Dentro de la historia de las desapariciones misteriosas, la del regimiento Norfolk es de las más extraordinarias e increíbles.
En el aciago verano de 1915 Europa se suicidaba, envuelta en la guerra más espantosa y terrible que la historia había conocido, llamada la Primera pues fue el prologo de una Segunda aún más apocalíptica si poder hubiera. Millones de jóvenes morían en embarrados campos de batalla, en estúpidos e incompetentes ataques frontales de concentración contra las posiciones fortificadas por trincheras y casamatas, fáciles de defender gracias a una nueva arma para la que no estaban preparados los anticuados estados mayores, la ametralladora. Tras esta guerra Europa dejaba paso en el dominio del mundo a una nueva nación. Estados Unidos veía nacer su Imperio de entre las cenizas y sangre.
En agosto de 1915, el frente ruso se desmoronaba bajo la presión de los turcos, para librar al aliado ruso de esta presión, el alto estado mayor decide iniciar una operación en las playas de Galipolli.
El regimiento Norfolk tras desembarcar inició el avance hacia el interior del territorio turco, los regimientos avanzaban sin perder contacto visual. Los testigos del misterioso prodigio fueron los valerosos anzacs (Australiand and New Zeland Army Corps). Estaba despejado y sin nubes, el 4º Batallón Norfolk se dirigía hacia la cota 60 del monte Sai Bari, los anzacs comenzaron a murmurar sorprendidos, siguiendo el mismo rumbo una nube de unos 200m con forma de huso llevaba la misma dirección que los soldados. La nube finalmente los alcanzó, descendió sobre los hombres y literalmente se los trago, pues fue imposible ver lo que pasaba dentro de la nube. Transcurrido un cuarto de hora la nube comenzó a ascender suavemente y se reunión con unas nubes más pequeñas de forma esférica perfecta, desapareciendo el grupo de nubes hacia una dirección contraria al viento.
Tras este extraño suceso presenciado por los anzacs no se encontró ni rastro del batallón Norfolk. El misterio aumento al finalizar la guerra cuando los turcos aseguraban no saber el paradero de los hombres del batallón Norfolk. Finalmente se les dio, oficialmente, por desaparecidos o muertos en combate.
Veamos que es lo que hay de histórico en esta leyenda: todo surge a raiz de un articulo, firmado por excombatientes, en la revista Spaceview de un número de 1965, 50 años depués! En ese articúlo, F. Reichard(zapador), R. Newman(zapador) y J.L. Newman(soldado), pertenecientes a una sección neozelandesa que participó en Gallipolli, narraban lo que arriba hemos resumido, es decir la desaparición extraña y misteriosa de aquel grupo de hombres camino de la cota 60 de Sari Bari.
Lo primero que llama la atención es la tardanza, nada menos que cincuenta años, en sacar a la luz un suceso tan extraordinario. Lo segundo es que el 4º batallón Norfolk nunca desapareció, tras Gallipolli fue destinado a Egipto, dato que pueden comprobar cualquiera si visitan el museo on-line del Regimiento de su Graciosa Majestad en cuestión. Pero si ocurrieron cosas extrañas en aquellos sangrientos y negros días. Acontecimientos verdaderos que debieron vivir o por lo menos tener noticia estos excombatientes y que ya en la vejez debieron confundir y mezclar dando como resultado la leyenda del Batallón desaparecido. Uno de los sucesos más trágicos fue la aniquilación del Regimiento Rangers de Sherwood, desorientados al caer sobre ellos una espesa y repentina niebla se adentraron en territorio cubierto por la artillería pesada turca, fueron barridos por las explosiones, desaparecieron. Aquello debió impactar mucho a los jóvenes anzacs y quedar gravado en sus mentes. Otro suceso realmente extraño que sucedió solo unos días después, fue la desaparición del 5º Batallón Norfolk ( no el 4º). Persiguiendo al enemigo y en mitad del fragor de la batalla, aquellos valerosos 250 hombres, se adentraron en un bosque espeso... y desaparecieron sin dejar rastro. Oficialmente muertos en ación.
La conjunción de ambos hechos reales en unos momentos especialmente emotivos para aquellos ancianos ( celebraciones y conmemoraciones de los cincuenta años de aquellos sucesos tan terribles y traumáticos), provocaron una respuesta, una vía de escape emocional, en forma de la Leyenda del Batallón Norfolk.

De los 410.000 hombres que desembarcaron en las costas de Gallipolli, 60.000 nunca regresaron, y 250.000 lo hicieron heridos o mutilados. Los turcos no tuvieron mejor suerte, 80.000 muertos y 200.000 heridos.

 
 
 
 
 
 
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Los "todo a cien" acaparan el comercio

Los "todo a cien" acaparan el comercio

ATLAS. 20.09.2007 - 01:19h
  • Obtuvieron 6.000 millones de euros de beneficio en 2006.
  • Las quejas por parte de los pequeños comerciantes aumentan.
  • No pueden competir contra este tipo de negocios.

Muchos clientes se decantan por los "todo a cien" a la hora de comprar ya que este tipo de tiendas permiten encontrar de todo y al mejor precio.

Esto hace que las quejas por parte de los pequeños comerciantes sean cada vez mayores, ya que no pueden competir con este tipo de negocios.

Venden de todo

Se vende de todo: menaje del hogar, artículos de papelería, juguetes, cosméticos...

Este modo de comercio ha dado lugar a las grandes superficies situadas en polígonos donde se compra al por mayor. Los empresarios acuden en a ellos, en busca de todo tipo de artículos a un precio más económico.

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Experiencias extracorpóreas

Experiencias extracorpóreas

Las experiencias de viajes «astrales», de «salirse de uno mismo», pueden inducirse simplemente engañando al cerebro con unos sencillos trucos

En la batalla entre la ciencia y los fenómenos a menudo catalogados como místicos, la ciencia acaba de ganar unos cuantos puntos. Las implicaciones son importantes. No sólo porque el hallazgo podría servir para desarrollar toda una nueva generación de juegos virtuales, sino porque da a los neurocientíficos una herramienta para estudiar la conciencia de uno mismo, cómo el organismo construye el concepto del «yo».

  • Autor: MÓNICA G. SALOMONE | 
  • Fecha de publicación: 6 de septiembre de 2007


El descubrimiento procede de dos trabajos similares realizados por equipos independientes y publicados el pasado agosto en la revista Science. Y vienen a ser en realidad la continuación de observaciones casuales en años anteriores por parte de uno de los equipos, el liderado por Olaf Blanke, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza). Este grupo examina a pacientes de epilepsia que deben ser operados. Antes de la intervención, para localizar el foco de los ataques e identificar áreas vecinas con funciones importantes que deben preservarse, los neurólogos implantan docenas de electrodos en el cerebro, y los activan uno a uno mientras piden al paciente que describa lo que siente. Es un procedimiento que ha dado lugar a muchas sorpresas en la neurociencia.

De lo místico a lo científico

En 2006 Blanke describió en Nature el caso de una mujer de 22 años sin problemas psiquiátricos a la que la estimulación de un área precisa del cerebro, la unión temporoparietal, le hizo sentir que había una persona tras ella. La paciente relataba que la figura adoptaba sus mismas posturas, y no reconocía esa sombra como una ilusión de su propio cuerpo. En cierto momento -relatan los investigadores- se pidió a la paciente que se inclinara hacia adelante, lo que provocó la sensación, descrita como desagradable, de que la sombra la abrazaba.

Acercar ciertas experiencias místicas a la ciencia podría ayudar a entender síntomas paranoicos o incluso la esquizofrenia

No es el único caso de experiencia extracorpórea que exhibe el grupo de Blanke. En la revista especializada Brain fueron descritos en 2004 los casos de otros varios pacientes, como el de una mujer que declaró: «Me veo a mí misma en la cama desde arriba, pero sólo veo mis piernas. [...] Estoy en el techo». La escena vista por la paciente, que se sentía muy intrigada y sorprendida, incluía a las otras tres personas en la habitación vistas desde arriba. La experiencia se repitió varias veces.

Estos trabajos han ayudado a atraer a la investigación «seria» fenómenos a los que antes pocos neurocientíficos querían acercarse. «No era un campo muy estudiado porque se relacionaba con experiencias místicas, un mundo no científico...», explica Javier de Felipe, del Instituto Cajal de Neurociencias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid. «Pero ver que se trataba de investigaciones con todos los controles ha convertido este tema en algo muy interesante». De Felipe confiesa su asombro la primera vez que escuchó a Blanke exponer su trabajo.

Cerebro y espacio

Una de las potenciales aplicaciones de estos hallazgos, según sugirieron el año pasado en Nature Blanke y sus colegas, es que podrían ayudar a entender síntomas paranoicos o incluso la esquizofrenia, que puede incluir la sensación de que el autor de las propias acciones es otra persona. Pero ¿por qué se producen estas sensaciones? «Los estudios de Blanke con pacientes epilépticos despiertos sugieren que las experiencias de disociación entre el yo y el cuerpo surgen de un fallo en la integración de información somatosensorial y vestibular del cerebro», afirma De Felipe. «Es decir, son investigaciones muy importantes para estudiar cómo el cerebro es capaz de sentir nuestro cuerpo en relación al espacio, y cómo nuestro yo está dentro de esos límites espaciales. Las alteraciones de estos circuitos dan lugar a los viajes astrales, las transformaciones ilusorias...».

Además, estos trabajos prueban que el fallo cerebral que genera las ilusiones puede ser inducido estimulando áreas concretas del cerebro, áreas implicadas en la integración de la información. La espiritualidad de los viajes extracorpóreos queda reducida a un literal cruce de cables. De hecho, afirma De Felipe, no es casual que este tipo de experiencias sean descritas a menudo por personas en situaciones extremas, donde por ejemplo puede haber falta de oxígeno en el cerebro -montañeros, durante ayunos, o cuando se sufre una privación sensorial, por ejemplo. Se cree que una de cada diez personas declara haber tenido una experiencia extracorpórea en algún momento de su vida.

TRUCO CASERO

Si algún halo de magia quedaba en estas sensaciones, los últimos trabajos publicados en Science el pasado mes de agosto, esta vez con personas sanas, contribuyen a borrarlo. No sólo los desdoblamientos corporales tienen una causa fisiológica, sino que también pueden inducirse con simples trucos caseros. El grupo liderado por Henrik Ehrsson, del Instituto de Neurología del University College de Londres, montó un experimento simple.

El voluntario se sienta en una silla llevando puestas en cada ojo sendas pantallas, que muestran la imagen que está siendo grabada por dos videocámaras colocadas dos metros por detrás. Así que lo que ve el sujeto es una imagen en 3D de su propia espalda, como la estaría viendo alguien situado detrás. Entonces el investigador toca el pecho del voluntario y, simultáneamente, hace el mismo movimiento, con la otra mano, en el espacio delante de las cámaras donde estaría el pecho de alguien sentado allí. Esto provoca en los participantes la sorprendente sensación de estar sentados detrás de sí mismos, viéndose desde atrás. «Muchos de los participantes sonreían y decían «Esto es rarísimo», declara Ehrsson.

Los investigadores dieron un paso más. Para medir el grado de realismo de la sensación, «amenazaron» con golpear al cuerpo fantasma delante de las cámaras y midieron reacciones fisiológicas de los participantes, como la sudoración. Estas respuestas corporales -prácticamente imposibles de fingir- indican que los participantes tomaron la amenaza como real. «Las experiencias extracorpóreas han fascinado al ser humano durante milenios«, ha afirmado Ehrsson. «Su existencia ha planteado cuestiones fundamentales sobre la relación entre la conciencia humana y el cuerpo, y han sido muy discutidas en teología, filosofía y psicología. Y aunque [estas sensaciones] han sido descritas en varias situaciones clínicas, las bases neurocientíficas del fenómeno siguen sin estar claras. La invención de esta ilusión es importante porque revela el mecanismo básico que genera la sensación de estar dentro del propio cuerpo físico. [Y esa sensación] es un aspecto fundamental de la conciencia de sí mismo».

En el experimento del grupo de Blanke, los participantes -también con pantallas en los ojos- contemplaban una imagen de su propia espalda mientras era acariciada, al mismo tiempo que efectivamente lo era. Los voluntarios se identificaban con la imagen de su espalda, creyendo que ésa era su posición correcta fuera de su cuerpo «real». Las aplicaciones de estos trabajos no son sólo médicas. Como el propio Ehrsson señala, «éste es un medio para proyectarse a uno mismo, una forma de teleportación. Si podemos proyectar a personas reales en un personaje virtual, de forma que pudieran sentirse y responder como si fueran realmente una versión virtual de sí mismos... imaginen las aplicaciones. Los videojuegos podrían alcanzar un nivel completamente nuevo, pero podría ser mucho más que eso. Un cirujano podría llevar a cabo operaciones de forma remota, por ejemplo».


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Los cajeros y la plaga de los niños rumanos

Los cajeros y la plaga de los niños rumanos

13.09.07 | 15:24.


(PD/Agencias).- Al menos 18 menores de 14 años de nacionalidad rumana han sido detenidos en la ciudad de Valencia entre la mañana del martes y la una de la tarde del pasado miércfoles por desvalijar a usuarios de cajeros automáticos.

Cuatro de los pequeños fueron capturados dos veces en el intervalo de tiempo mencionado, dos de ellos con una diferencia de apenas hora y media entre detención y detención.

En todas las ocasiones el patrón se repite: niños de menos de 14 años que entran en los cajeros y, bien al descuido, bien mediante golpes o cualquier otro método de coacción, se hacen con el dinero que los clientes de la oficina bancaria están sacando del dispensador automático.

El botín con el que suelen hacerse en cada golpe es de 500 euros, aunque esta cantidad puede oscilar en función de la cuenta corriente de su víctima.

El hecho de que los pequeños rateros tengan siempre menos de 14 años obedece a que hasta que no cumplen esta edad no pueden ser imputados por ningún delito debido a que, penalmente, no son responsables de sus actos, según la Ley del Menor.

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Cañerías, qué hacer cuando se atasca

Cañerías, qué hacer cuando se atascan

Ideas caseras y desatascadores químicos proporcionan soluciones aceptables y económicas para casos de urgencia

Uno de los problemas domésticos más habituales es que las cañerías se obstruyan, especialmente cuando las viviendas cuentan con cierta edad. En el mercado pueden encontrarse decenas de productos para solucionar los atascos, aunque también hay otras alternativas, métodos más sencillos y económicos para lograr que el agua vuelva a correr de nuevo. A veces el problema requiere la atención de un experto, pero hay ocasiones en que basta con ser un "manitas" para solucionar la avería. ¿Cuáles son las situaciones en que solemos convertirnos en fontaneros por un día? Especialmente, cuando nos encontramos ante una urgencia, aunque también hay quien decide tomarse esta actividad como un pasatiempo que sea capaz de prevenir males mayores y así evitar la costosa visita del fontanero.

  • Autor: Victoria Pérez | 
  • Fecha de publicación: 11 de septiembre de 2007


Las tuberías atascadas se suelen arreglar con facilidad. No hace falta ser especialmente habilidoso: aunque todo depende de la gravedad del problema, generalmente cualquier persona con la voluntad e ingenio suficientes puede desatascar la mayoría de obstrucciones en un plazo máximo de dos horas. Si se trata de una urgencia no hay muchas alternativas: hay que correr a la tienda y comprar un desatascador químico o bien, usar el ingenio.

Mientras se utiliza el producto desatascador hay que proteger la piel y ojos mediante la utilización de guantes y lentes de seguridad

Si la opción elegida es utilizar un limpiador, hay que leer y seguir las instrucciones del envase al detalle, ya que estos productos contienen elementos químicos muy fuertes y su mal uso puede ocasionar problemas mayores que el que se pretende resolver. Por ello, mientras se utiliza el producto hay que proteger la piel y ojos usando guantes y lentes de seguridad. También habrá que valorar que el limpiador sea seguro para el sistema séptico, leyendo las advertencias de la etiqueta, puesto que algunos contienen sustancias que pueden afectar a la acción bacteriana del mismo. Después de seguir las indicaciones, es necesario hacer correr mucha agua por la cañería afectada, para que arrastre consigo las sustancias químicas. Los desatascadores químicos suelen resolver la mayoría de las obstrucciones, pero no son una solución mágica y en numerosas ocasiones es preciso recurrir a otros métodos.

Remedios caseros y eficaces

Los remedios caseros suelen ser muy eficaces, especialmente para pequeños atascos. Un método sencillo y que produce buenos resultados es limpiar las tuberías afectadas con una mezcla de levadura química y vinagre ya que estos disuelven los ácidos grasos, y ablandan y hacen correr lo que atasca la cañería. No hay más que introducir en la tubería media taza de levadura, seguida de media de vinagre; después, hay que tapar el desagüe y dejar que la mezcla se asiente durante unos minutos. A continuación, se vierte una olla de agua hirviendo por la tubería.

Muchas obstrucciones se producen alrededor del sumidero o el tapón del lavabo y la bañera. Para desatascar la tubería basta con quitar el sumidero y limpiarlo, lo que se consigue desatornillándolo y aflojándolo, haciendo palanca con la punta de un destornillador común. Una vez que esta pieza esté suelta, se deben quitar los residuos que se hayan acumulado y limpiar después la boca del desagüe. Los pelos tienden a enredarse en la base de los tapones, por lo que conviene repetir esta operación de manera periódica.

También muy eficaz es el tradicional desatascador, una de las herramientas más fiables para desatascar tuberías, que consigue desalojar todo lo que no se haya internado demasiado en la cañería principal. Para utilizarlo, deben seguirse las siguientes instrucciones:

  • Verter un poco de agua en la zona obstruida, porque ayuda a desalojar los residuos que causan la obstrucción y al quitar el tapón permite saber si se ha conseguido desatascar.
  • Aplicar una capa gruesa de vaselina en el borde del desatascador. Esto permite que se ajuste herméticamente, produciendo una succión más fuerte.
  • Empujar hacia abajo el desatascador, con fuerza, varias veces. Después de bombear durante un par de minutos, detener la acción para ver si el agua del fregadero se va por el desagüe. Si no se va, o se va muy poca, volver a bombear. Si la tubería se desatasca, hay que dejar correr agua caliente para retirar los residuos.

Si no se consigue quitar la obstrucción con el desatascador, hay que dar un paso más y limpiar el sifón, que está debajo de la pila de la cocina o el lavabo:

  • Colocar un cubo para recoger el agua sobrante.
  • Comprobar si hay un tapón de desagüe en el colector, que es cuadrado o hexagonal y suele encontrarse en la base de la curva. Retirarlo e introducir en las curvas del mismo un alambre con gancho desdoblado o un cepillo para botellas, a fin de eliminar todos los residuos.
  • Si no está provisto de un tapón de limpieza, desarmarlo aflojando los dos conectores que lo mantienen en su lugar.
  • Sostener el sifón colector sobre el cubo e introducir el gancho o el cepillo. Empujar con fuerza para que pasen por las curvas y así desalojar los residuos.
  • Lavar el colector con agua caliente y jabonosa.
  • Colocarlo nuevamente en su lugar comprobando que ajuste correctamente, de lo contrario usar un producto para sellar las juntas.

CÓMO PREVENIR FUTURAS OBSTRUCCIONES

  • Verter la grasa en latas y tirarlas a la basura. Si se tira la grasa al fregadero, puede acumulase a los lados de la tubería y luego las partículas de la comida se pegan a él, lo que acarreará obstrucciones futuras.
  • Cuando se tiren restos de comida, pasarlos previamente por un triturador de desechos. Luego hacer correr mucha agua fría para empujar las partículas por las tuberías. Si se usa poca agua se podrían acumular más partículas en los lados interiores del tubo.
  • Una vez por semana, verter una olla de agua hirviendo por la tubería, para fundir la grasa acumulada.
  • Si las tuberías se obstruyen con frecuencia, verter periódicamente media taza de levadura química y media de vinagre blanco. Tapar el desagüe y dejar que la mezcla se asiente durante unos minutos. Luego, empujar la mezcla por el desagüe con una olla de agua hirviendo, que diluirá las grasas y dará un olor fresco.
  • En los baños, limpiar los tapones periódicamente. A menudo, los pelos se acumulan ahí y causan obstrucciones.
  • Nunca se debe tirar papeles gruesos al inodoro. El exceso de papel puede obstruir la taza y hasta el drenaje entero.
  • Nunca arrojar sustancias químicas como pintura o disolventes por las tuberías, ni verter cera caliente u otras sustancias similares.
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ENIGMAS - EL LIBRO INDESCIFRABLE

 

La Biblioteca de la Universidad de Yale, especializada en libros y manuscritos raros, no pasa un día sin que alguien pregunte por el manuscrito de Voynich.

Lo que hace tan interensante el manuscrito Voynich es que nadie ha podido leerlo completo, el texto esta escrito en una clave que no ha logrado descifrar ningún criptógrafo ni lingüista del mundo.

El manuscrito mide 14 X 21.5 cm y sus 200 páginas de pergamino están escritas con una caligrafía extraordinariamente fluida si se considera que su autor usó un alfabeto completamente desconocido. Las ilustraciones son igualmente extrañas y paracen representar plantas, mujeres y configuraciones astronómicas. Como no resulta fácil interpretar el texto y las figuras, el libro ha sido calificado como el manuscrito más enigmático del mundo.

En 1912, Wilfrid M. Voynich, un neoyorquino comerciante de libros, anunció que había descubierto ese curioso volumen en la biblioteca del colegio Mondragone, una fundación jesuita en Frascati, Italia.

No hubo en realidad ningún progreso durante casi 60 años, hasta que Robert S. Brumbaugh, de la Universidad de Yale, abordó el problema en la década de 1970. El profesor Brumbaugh advirtió que algunos de los símbolos del manuscrito de Voynich le recordaban un diagrama que había visto en otro documento.

Un examen cuidadoso de algunos márgenes del manuscrito de Voynich reveló calculos grabateados que sugerían que podría haberse usado un número similar en clave. En un margen, Brumbaugh descubrió un diagrama con 26 símbolos, que es el número de letras del alfabeto inglés (Brumbaugh escribió esta guía).

A pesar de lo anterior, el misterio del manuscrito de Voynich sigue sin resolverse. Brumbaugh sugiere que pueden ser las expresiones incoherentes de un

alquimista, de alguien que buscaba convertir los metales básicos en oro por medio de una sustancia o elixir secreto.
El manuscrito Voynich
 
El documento "VOYNICH"

John Dee dedicó gran parte de su vida, a recorrer el mundo y coleccionar extraños escritos, que por lo general, eran de papiro muy antiguo. Nunca se supo de dónde los sacaba o quién se los conseguía. Durante el reinado de Enrique VIII, el Duque de Northcumberland, se dedica a quitar de circulación todo escrito cuyo contenido fuese poco claro o encarase el tema de la brujería. Para ello, requisó todos los monasterios del reino, que eran los lugares por excelencia donde se guardaban por siglos, semejantes obras.

El Duque era amigo de Mr Dee. En una oportunidad, realizando requisas encontró, en una pequeña abadía del condado de Essex, un manuscrito cuyas páginas semejaban papiro. Estaba escrito en forma cifrada y había sido copiado del original (según rezaba el prólogo) por Róger Bacon, quien fue considerado el gran mago de su siglo.

El prólogo decía lo siguiente: "Ésta es copia fiel del original que se encuentra guardado bajo las montañas que corren sobre la costa oeste de un lejano lugar, situado en el extremo sur del planeta". Teniendo en cuenta que el "copista" del manuscrito, el señor Róger Bacon, había nacido en el año 1214 y dejado de existir en 1294, queda bien claro que aún no se había descubierto América y sin embargo, de acuerdo con la mención del prólogo, ese "lejano lugar" que tiene una cadena montañosa que corre sobre su límite oeste (la cordillera de los Andes), sería un país del extremo sur de América.

Como se dijo anteriormente, el Duque de Northcumberland y John Dee, eran amigos. Cuando el primero encontró en Essex el manuscrito de Róger Bacon, luego de leer su prólogo y ver que las páginas interiores estaban escritas de forma cifrada, recordó que Mr. Dee era afecto a coleccionar papeles extraños, y se lo regaló. John Dee trató de descifrarlo. No pudo, sólo logró determinar que la primera parte del escrito, decía que ese libro contenía "los secretos de los mundos olvidados y subyacentes". En 1586, John Dee regala al Emperador Rodolfo II, el famoso libro papiro.

A partir de 1666, el misterioso documento pasa de mano en mano y recorre el mundo gratuitamente. Nadie logra descifrarlo, hasta que en 1962, llega a Estados Unidos. Se encuentra a la venta, aún hoy en nuestros días. Su valor, sobrepasa el millón de dólares.

El señor Kraus, alemán radicado en Nueva York, es quien lo tiene en espera de un posible comprador. La historia del manuscrito, denominado en la actualidad como "Documento de Voynich", es la siguiente: "Luego de la muerte de John Dee en 1608, nadie se ocupa del "Documento de Voynich" hasta el año 1666, en que el doctor Marcus Marci, rector de la Universidad de Praga, envía el escrito al jesuita Kircher, experto en criptografía y codificación, para su interpretación. Fue inútil, no logró desentrañar el misterio".

Se pierden los rastros del documento hasta 1914, en que se vuelve a encontrar en el pueblo de Frascatti (Italia); era propiedad de unos jesuitas que allí tenían su convento, lugar donde se guardaba el documento. El famoso e indescifrable escrito, va a tomar el nombre que actualmente lleva: "Voynich", a causa de que el editorialista W. Voynich es quien compra a los jesuitas el extraño documento en ese año de 1914.

Se lo lleva a los Estados Unidos. En 1916, un caballero de los tantos que habían sido consultados con la finalidad de descifrar el documento, el señor Adolph Cyrus Roidingercht, dice poder hacerlo, pues uno de sus antepasados, fue amigo de Róger Bacon, quien regaló a su pariente una guía de traducción de un código secreto que utilizaban los habitantes protohistóricos del extremo sur del planeta y que actualmente, obraba en su poder por derecho de legado.

Al poner el señor Roidingercht manos a la obra, descubre que el libro hablaba de una civilización desaparecida, cuyos integrantes, eran seres de no más de un metro de altura y que dominaban la fuerza de gravedad, que poseían máquinas que les permitía horadar la roca, construyendo grandes ciudades subterráneas y que se intercomunicaban con el resto del planeta por debajo de la Tierra. Inclusive, nombra una máquina llamada "Nilotrona" (¿alguna relación entre el río Nilo, los egipcios y sus avanzados conocimientos en psicotrónica?).

Asimismo, muestra un mapa celeste de un sector desconocido del firmamento, donde aparentemente, figuran dos lunas y dos soles. Cada página del documento, está pintada de un color diferente, todos ellos muy vivos y brillantes, semejantes a los del aura humana. Sobre una de esas páginas, hay una especie de diccionario de botánica con plantas dibujadas que son muy singulares, algunas de ellas, parecen tener ojos, son especies desconocidas para nuestro planeta. Hasta aquí, lo que pudo descifrar Roidingercht del "Documento Voynich", pues el 22 de Enero de 1917, desapareció misteriosamente, sin dejar rastros.

Daba la impresión, que se vio obligado a huir precipitadamente, pues, su pipa estaba aún húmeda sobre el cenicero. Sin embargo, el indescifrable libro había quedado abierto en una de las partes donde figuraban los planos de una extraña máquina semejante a la de las turbinas de los modernos "jets", a un costado de la hoja, un modelo a escala de lo que sería en la actualidad, el súper moderno avión Concorde...

Posteriormente, en 1919, el decano de la Universidad de Pennsylvania, William Newbold, se aboca a la tarea de Seguir descifrando el "Voynich". En 1921, ante una conferencia de prensa, dice haber descifrado cosas interesantísimas en el documento y se dispone a dar una serie de charlas sobre el particular. Pero extrañamente, no puede llevar a cabo esta tarea. Se contradice y cada vez, es más difícil llegar a él.

Newbold comienza a recibir amenazas, algunas de ellas, escalofriantes. Fallece en 1926 y al igual que Bacon, se lleva el secreto a la tumba. Sin embargo, aún hasta nuestros días, es ardua la tarea de estos "conspiradores contra el conocimiento oculto". Somos muchos los que poseemos fotografías de las páginas del extraño documento. Es preciso que el mundo conozca el verdadero contenido del "Voynich".

Dice así: "Posee el ser humano, una energía muy especial que se gesta en la parte superior del cerebro y su medida, es la del "voluciclo". Esta es la tercera organización cerebral independiente, cuya sede se encuentra en la columna vertebral.

Cada zona intervértebra, tiene relación particular con el conocimiento asequible al ser humano y actúa a modo de archivo o depósito. Las zonas intervértebras, están relacionadas íntimamente, con el "conjunto sonomedular" que tiene, al igual que el volucio, su centro de actividad en la parte superior de la cabeza". Éste es un llamado de atención al mundo. Al mundo porque el "Documento Voynich", habla de una "tercera organización cerebral", que es aquella mediante la cual, civilizaciones desaparecidas lograron sus impresionantes conocimientos, dado que sabían poner en funcionamiento ese "sono medular" cuya utilización, significa descubrir nuestra identidad divina.

Cantidad de copias del "Documento Voynich", circulan alrededor del planeta. Sí, seguimos descifrando el famoso y no menos temible "Documento".

Bibliografía: Editors of Reader´s Digest Inc.:The World´s Last Mysteries; Rupert Fumeaux:The World´s Most Intriguing Mysteries y The World´s Strangest Mysteries; Nigel Blundell:Grandes Enigmas; Peter Haining:Ancient Mysteries; Francis Hitching:World Atlas of Mystery; Fred Hoyle:The Origin of Life in the Universe.

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ENIGMAS - ¿EXISTE EL TRIANGULO DE LAS BERMUDAS?

 

Durante la década de los '60 y '70, la creencia en el Triángulo de las Bermudas - ese trilátero imaginario formando por los vértices de las islas de Puerto Rico, Bermudas y Cayo Hueso en la Florida - no sólo era la moda, sino una materia de rigueur para cualquier interesado en la melange de temas que rodeaban al fenómeno OVNI y lo paranormal. La biblioteca personal de cualquier entusiasta casi seguramente incluía un buen número de libros, la mayoría de ellos ediciones rústicas, acerca de los misterios del mar: buques desvanecidos, objetos no identificados saliendo del mar, y la posibilidad de que la mítica Atlántida aún estuviese activa bajo las olas del Atlántico después de miles de años.

Autores como Charles Berlitz, Richard Winer y John Wallace Spencer se convirtieron en los máximos exponentes de la realidad de la figura geométrica en el agua que devoraba aparatos hechos por el hombre sin dejar rastro de ellos. Otros autores se vieron obligados a pescar misterios en otros mares: algunos, como Jay Gourley, los encontraron en el Lago Ontario, cuyas anomalías magnéticas siguen siendo una realidad hasta el presente; otros como Kevin Killey echaron sus redes en el "Meridiano del Diablo" cerca de la australiana isla de Tasmania.

Pero con el paso de los años, y la aparición de nuevas obras investigativas como la de Lawrence David Kusche, que apuntaban hacia un origen mundano de las desapariciones, o al hecho de que muchas de las embarcaciones jamás existieron, el interés por el Triángulo de las Bermudas comenzó a menguar, o al menos dejó de ser una fascinación para la nueva generación de fanáticos de lo paranormal. No obstante, todavía existe una cantidad de eventos sin explicar que tienen su origen en las aguas del Atlántico - eventos que jamás han sido incluidos en los libros que tratan sobre el tema.

"Atención, les habla el capitán..."

El 11 de junio de 1998, el vuelo 1844 de la US Airways con destino a Filadelfia desde San Juan de Puerto Rico, se encontró con una turbulencia considerable en pleno vuelo: una perturbación lo suficientemente fuerte como para suspender el servicio de bebidas y comida inmediatamente. El capitán se disculpó profusamente con los pasajeros, indicando que el aparato se encontraba "fuera del alcance de cualquier radar basado en tierra" y por consiguiente, no podía solicitar el cambio a una menor elevación. Mientras que el Boeing 737 seguía siendo juguete de las corrientes de aire, algunos pasajeros comentaron abiertamente sobre el Triángulo de las Bermudas, omitiendo las consecuencias sufridas por los aviones que entran en dicha zona. Después de varias horas, la turbulencia se redujo y el avión llegó a su destino sin percances. La turbulencia y los bolsones de aire pueden resultar atemorizantes, pero los viajes que parecen carecer de incidentes pueden ser igual de espeluznantes, como veremos a continuación:

  El ejemplar de la revista Pursuit de julio de 1973 incluyó un caso bastante dramático narrado por Robert J. Durant, conocido por sus pesquisas ufológicas. Durant entrevistó a un piloto que volaba el trayecto entre la ciudad de Nueva York y San Juan de manera rutinaria, acostumbrado a los disturbios que suelen producirse en la zona y que en ocasiones han sido lo suficientemente fuertes como para arrojar a los pasajeros de un lado de la cabina al otro. En este caso, el piloto dijo que sus oficiales y la tripulación habían comentado sobre la tranquilidad del vuelo.

Pero poco después de haberse producido el comentario, destellos de electricidad estática de color violáceo
El pasajero promedio con la suerte de conseguir un asiento de ventanilla en un vuelo comercial apiñado tiene a veces más cosas que ver por la ventana que los cielos de color azul irreal y nubes blancas que se extienden hasta el infinito.


Triángulo de las Bermudas
 
Debido a la congestión de las rutas aéreas, resulta posible ver hasta otros aviones pasando de largo a alturas estratosféricas. El que esto escribe tuvo la oportunidad de mirar por la ventanilla y ver, desde una perspectiva de treinta mil pies, un buque de carga surcando las aguas del Atlántico. Si el observador fortuito llega a ver semejantes cosas, podemos esperar que las tripulaciones de los aviones de línea lleguen a ver objetos aún más inesperados.

El 13 de abril de 1963, la tripulación de un Boeing 707 viajando desde San Juan hasta Nueva York presenció algo totalmente inesperado: luego de haber despegado normalmente del aeropuerto de Isla Verde y ascendido a la altura de crucero de 30,000 pies media hora después de haber dejado Puerto Rico, el copiloto advirtió a sus compañeros de vuelo que se producía un fenómeno desconocido debajo del reactor: una enorme "burbuja" que se formaba en la superficie del Atlántico.

Los hombres en la cabina de vuelo del 707 no daban crédito a lo que estaban viendo. La burbuja aumentaba de tamaño, y los cálculos posteriores realizados por el piloto indicaron que el fenómeno tenía casi una milla de ancho por media milla de alto. ¿Habían presenciado, acaso, una detonación submarina, una erupción volcánica, o uno de los fenómenos característicos de la zona? Treinta y ocho años después, "la burbuja" sigue siendo un misterio. Algunos han aventurado la posibilidad de que la tripulación del 707 pudo haber presenciado la explosión submarina de un dispositivo termonuclear, o una prueba artificial siendo realizada en el fondo del mar.

Las manifestaciones de alta extrañeza no resultan fuera de lo común en esta región del Atlántico, aunque, a veces, su explicación resulta prosaica. El 21 de agosto de 1969, los ciudadanos de la República Dominicana presenciaron una enorme nube blanca que se expandió a dimensiones prodigiosas, formando círculos concéntricos antes de disiparse. El pánico cundió entre los testigos, quienes temían que "el fin del mundo" había llegado, o que la nube presagiaba algún evento de significado oculto. No obstante, resultó ser parte de una operación denominada "proyecto Stormfury", cuya meta consistía en acribillar a los huracanes con yoduro de plata para disminuir su potencia. Semejantes experimentos, realizados a alturas estratosféricas, a menudo resultan visibles a cientos de millas de distancia.

Desapariciones de alta extrañeza

El marinero puertorriqueño Roberto Gainer casi llegó a ocupar su puesto en la tradición de los que se han esfumado por completo en las aguas tropicales. Por suerte, la inmortalidad decidió pasarlo por alto.

Zarpando de San Juan en el mes de octubre de 1976 a bordo de una balandra, el navegante de 23 años de edad se disponía a disfrutar de un día de actividad marítima cuando el timón de su nave se rompió repentinamente. La balandra se vio arrastrada cientos de kilómetros hacia el mar abierto por poderosas corrientes, y el radio transmisor de Gainer carecía de la potencia necesaria como para comunicarse con la costa. Durante las dos semanas y media que siguieron, el barquito fue arrastrado a quinientas cincuenta millas de Puerto Rico. De no haber sido por la casi providencial aparición de un carguero alemán que captó la balandra en su radar, la desesperación del joven Gainer habría sido achacada al voraz Triángulo de las Bermudas.

Pero al igual que sucede con la aviación, hay desapariciones misteriosas que tienen matices paranormales y hasta ufológicos. El caso de Freddy Miller, relatado detalladamente por Sebastián Robiou en su monumental Manifiesto OVNI: Cuba, Puerto Rico, Republica Dominicana (Ed. Punto y Coma, 1979) corresponde a esta categoría.

El 5 de mayo de 1959, una embarcación salió de la ciudad de Santo Domingo con rumbo hacia la playa de Boca Chica a 20 millas de distancia. A pesar del magnífico tiempo primaveral y la tranquilidad del mar, el velero de diecinueve pies que transportaba al productor y director de televisión Freddy Miller y sus pasajeros (dos mujeres y dos niños), desaparecieron sin dejar rastro alguno. Se realizó una búsqueda de tanto las aguas dominicanas como las adyacentes utilizando los servicios de rescate de la época, pero jamás volvió a saberse nada de las cinco personas.

Trece años después, el 22 de septiembre de 1973, Virgilio Gómez, un gerente de ventas para una de las compañías de seguros mejor conocidas de la República Dominicana, iba de camino a visitar una granja experimental, propiedad de la universidad nacional, en las afueras de San Cristóbal, 15 millas al oeste de Santo Domingo, para aconsejar a los propietarios sobre la clase de seguros que debían tener.

A eso de las 9 a.m. mientras que Gómez se desplazaba hacia su destino, vio que una persona le hacía señas desde el borde del camino. "Pensé que lo prudente sería evitarlo", diría el agente de ventas posteriormente en una entrevista. "Pero al acercarme, me di cuenta que el sujete iba vestido completamente de verde y que habían dos mas parados a 5 ó 6 metros de distancia del primero. Pensando que podría tratarse de una garita militar o algún accidente, decidí reducir la marcha con cuidado. Me detuve a 10 metros de la primera persona y mantuve el motor encendido..."

Según Gómez, el hombre en el traje verde le dijo que se llamaba Freddy Miller, y que "supuestamente" se había ahogado junto con otras personas, aunque de hecho lo había rescatado un aparato moderno, "un módulo conocido a la gente como OVNI".

Creyendo que se trataba de una tomadura de pelo, Gómez le hizo el juego y le preguntó al hombre que de dónde venía. Se quedó pasmado cuando el personaje repuso sobriamente que venía de Venus, y que su rescate se debía "a sus conocimientos en la tecnología de la radio", agregando que no había cupo para los desventurados pasajeros del velero, y que tampoco habrían sobrevivido al "proceso de adaptación".

Gómez señaló que su interlocutor alienígena tenía una piel grisáceo-amarillenta que resultaba repugnante, carecía de pelo, y hablaba en un tono de voz grueso y ponderoso. El cuerpo del ser estaba cubierto por un mono de color verde sin cremalleras ni bolsillos. Llevaba un gran reloj pulsera "parecido al que utilizan los submarinistas" en la muñeca izquierda.

El agente de seguros pudo ver un vehículo a medio ocultar en la maleza al lado del camino, cosa que le hizo darse cuenta de que la situación no era una broma. La nave de configuración ovalada tenía un brillo parecido al del cromo y tenía el aspecto de una pelota de fútbol americano, sin ventanas y sin remaches.

El supuesto "Freddy Miller" pasó a explicarle que tanto él como sus compañeros estaban realizando investigaciones en la "fosa de Milwaukee", la trinchera submarina que alcanza profundidades de hasta 20,000 pies y que forma parte de la fosa de Puerto Rico. Los supuestos extraterrestres estaban preocupados por la posibilidad de que se produjese actividad sísmica en dicho lugar, con consecuencias devastadoras para Haití y la República Dominicana.

Se le aseguró a Gómez que los alienígenas "harían lo posible por evitar el cataclismo" programado para el 28 ó 29 de octubre de ese año, y le pidieron que abandonase la zona inmediatamente. Acatando la orden del extraño sujeto, el agente de seguros se alejó del lugar, inspeccionando su espejo retrovisor para ver si podía presenciar el despegue del OVNI. De repente se sintió invadido por una sensación de temor, y aceleró hasta alcanzar su destino original.

Al regresar a su hogar esa noche, Gómez informó a su esposa y parientes del encuentro con "Freddy Miller" y sus experiencias aquella mañana. La historia no tardó en difundirse entre los parientes de Gómez, y dentro de poco, el agente de seguros se vio obligado a relatar su experiencia durante el transcurso de una cena cívica. El caso salió en los principales periódicos dominicanos. Según fuentes, Virgilio Gómez posteriormente llegó a ver una foto familiar en grupo y pudo indicar cual de ellos era Freddy Miller.

A pesar de los visos de alta extrañeza del encuentro de Gómez, es un hecho innegable que la actividad sísmica era considerable el día en que se produjo el incidente. El investigador Sebastián Robiou indicó que se produjo un temblor en la fosa de Milwaukee pocas horas después del encuentro con "Freddy Miller".

Pero, ¿y que hay con "Freddy Miller"? Las fotos del desaparecido deportista y productor de televisión muestran a un hombre calvo, mayor y con espejuelos que no guardaba parecido alguno con el ser que conversó con Virgilio Gómez. A pesar de sus actividades en el mundo de la televisión, el verdadero Miller carecía de experiencia significativa en tecnología radial, el motivo por su resurrección a manos de los "venusinos". Aunque este caso ha caído en el olvido, ocupa un lugar de honor entre los misterios del mar.

El Triángulo: ¿desactivado por exorcismo?

Los cínicos afirman que la pérdida de interés en el Triángulo de las Bermudas se debe a que no se han producido desapariciones en los pasados 25 años. Los percances se deben ahora a la falta de pericia de los navegantes o a las víctimas del narcotráfico, pero las mejoras en el sistema de navegación LORAN y ahora la navegación por satélite (SATNAV) han ayudado a que el bote más pequeño regrese a puerto seguramente.

Otros afirman que el fin del misterio en el confín occidental del Atlántico Norte se debe a circunstancias tan extrañas como las desapariciones.

A comienzos de la década de los '50, el Reverendo Donald Omand - cuya fama en el mundo de lo paranormal alcanzaría dimensiones insospechadas después de sus exorcismos en el lago Ness y en varias casas encantadas en Inglaterra - aceptó la invitación extendida por un amigo de Miami a dar un paseo en su yate, "Dainty Dinah". Cuando el yate perdió de vista la costa de la Florida, se produjo un cambio abrupto en las condiciones meteorológicas, y la embarcación quedó a la merced de una mar embravecida y vientos aullantes. El propietario del yate informó al reverendo que los cambios repentinos eran característicos del "Triángulo de las Bermudas".

Aguas del área del Triángulo de las Bermudas
 

 

"Nunca sospeché que veinte años más tarde me vería enfrascado en un intento por desentrañar sus misterios y vencer las fuerzas diabólicas que lo ocupaban", escribiría Omand en sus memorias. "Aunque en aquel momento no pude atisbar el futuro, estaba muy consciente del presente".

El reverendo Omand describió que el sonido producido por el viento y las olas se parecía un canto, o gemidos provenientes de cientos de gargantas, cambiando de una nota musical a la otra. Se dio cuenta de que lo que presenciaba era un evento sobrenatural. "Repentinamente, la tormenta amainó y dejé de escuchar el canto. Me di cuenta entonces de que las voces que cantaban llevaban siglos de estar muertas: se trataban de las almas de los esclavos africanos que murieron en el cruce desde Africa hasta las colonias americanas. Muchos de ellos habían sido arrojados por la borda en esta parte del mar", escribió Omand. Antes de regresar a Inglaterra, el reverendo comentó su teoría con algunos estadounidenses, quienes la encontraron francamente descabellada. Pero otros, como el Rev. Martin Luther King, le escucharon con gran interés y coincidieron con su interpretación.

En 1977, el Rev. Omand manifestó ante un congreso internacional que la causa de los eventos en el Triángulo de las Bermudas se debía a los cientos de esclavos que murieron en tormentas, o que fueron echados al mar por estar enfermos o en mal estado antes de llegar a las Indias Occidentales o Norteamérica. "[Entre ellos] pudo haber habido una personalidad dominante, casi seguramente un hechicero, quien maldijo esta región del mar. Sabemos que en el Africa existe esta clase de personas y yo mismo he experimentado la envergadura de sus poderes".

El 16 de enero de 1978, el reverendo Omand realizó su exorcismo del Triángulo, un evento cuidadosamente sincronizado con otras ceremonias que se llevarían a cabo en Miami y en Puerto Rico. "Se ofrecerán plegarias por todos los que han muerto en el Triángulo, y por los esclavos que murieron durante el cruce desde Africa, pidiendo a Dios que el amargado corazón, vivo o muerto, responsable por las condiciones del mar, conociese la compasión cristiana y pudiese superar los poderes del Maligno".

A las 7:30 a.m., el reverendo comenzó el exorcismo, concluyendo con el rito mozárabe y la invocación final, esparciendo agua bendita sobre las aguas del Atlántico. Omand se desmayó poco después de haber concluido el rito, advirtiendo a los presentes que era algo que siempre le sucedía.

Doce días después, el 28 de enero de 1978, un Boeing 727 de la aerolínea National que volaba entre Miami y Newark, perdió potencia en sus tres motores y cayó casi en picado una distancia de siete mil pies. La avería en los tres motores era algo que iba contra todos los cánones de la aviación moderna, pero cinco minutos después, los tres motores volvieron a funcionar y no hubo muertos que lamentar. Se afirmó que el final feliz del incidente se debió al éxito de la ceremonia realizada por el reverendo Omand.

Conclusión

¿Existen regiones en el mar que infundan más temor que otras, o que son más misteriosas que otras, o acaso sólo se debe a la percepción humana de los hechos? Después de todo, cada uno de los cuerpos de agua de nuestro mundo tiene su propia casuística de enigmas sin resolver y regiones en dónde se producen anomalías. Debido a la ubicación del continente americano con respecto al Atlántico, y los patrones de conquista y emigración seguidos por las naciones europeas, tal vez conocemos este mar un poco mejor que otros, pero exista o no un Triángulo de las Bermudas, siempre habrá misterios marinos que comentar.

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