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y2a -La responsabilidad de nuestros actos se diluye cuando estamos en grupo


La responsabilidad de nuestros actos se diluye cuando estamos en grupo

A menudo nos asombra hasta dónde puede llegar a hacer una turba de gente. Lo podemos observar en los partidos de fútbol que acaban en tragedia. Parece ser que la gente, cuando está en grupo, se funde con él y deja aflorar su parte más primitiva.
Las personas se comportan de manera distinta cuando están a solas que cuando están acompañadas. Incluso cuando la compañía es muy pequeña. A veces, por ejemplo, nos asombra que una persona esté siendo agredida mientras un puñado de personas contempla la escena sin hacer nada para impedirlo.
Como si las personas se volvieran apáticas en compañía de otros.
Es lo que quedó en evidencia en un famoso experimento dirigido por dos psicólogos de Nueva York, Bibb Latane, de la Universidad de Columbia, y John Darley, de la Universidad de Nueva York. Un experimento bautizado como “el problema del transeúnte que pasaba por allí.”

En él descubrieron que, a la hora de auxiliar a alguien que se encuentra en apuros en mitad de la calle, el factor que más influye no es otro que el número de testigos que contemplan el accidente.
Por ejemplo, los investigadores pidieron a un estudiante que fingiera un ataque epiléptico en un aula, a solas. Cada vez que alguien estaba solo en el aula contigua y oía que pasaba algo malo, dicha persona acudía en su ayuda en el 85 % de los casos.
Pero si la persona pensaba que otras cuatro personas podían oír también el ataque epiléptico, sólo acudían en su ayuda en el 31 % de los casos.
Un experimento parecido arrojó datos similares cuando las personas veían salir humo de debajo de una puerta. Porque, al estar en grupo, se diluye el sentido de la responsabilidad. Se asume que otra persona hará la llamada de salvamento o que, al no ver a nadie reaccionando, el problema aparente no es tal problema.
Este es el poder del contexto. Es mejor que una persona individual nos vea siendo atacados que no un grupo de personas: tenemos más posibilidades de que nos ayuden.
Una tesis que se ve perfectamente evidenciada en uno de los incidentes más famosos de la historia de la ciudad de Nueva York: el apuñalamiento, en 1964, de Kitty Genovese, una joven del barrio de Queens. Su asesino la atacó tres veces en mitad de la calle, durante media hora, mientras los vecinos podían ver lo que estaba sucediendo desde las ventanas.
En toda es madia hora, ninguno de los 38 testigos llamó a la policía por teléfono.
Vía | Bongobundos
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s2t2 -El zapato perfecto según Einstein (1952)

El zapato perfecto según Einstein (1952)

Mayúscula fue la sorpresa de Peter Hulit, un zapatero de Princeton (New Jersey), cuando a finales de 1952 recibió en su tienda de zapatos una llamada telefónica de urgencia...

Helen Dukas, secretaria de Albert Einstein, le pedía que acudiese cuanto antes a casa del gran físico para ayudarle a resolver un problema: le dolían los pies y necesitaba unos zapatos nuevos.

Hulit, buen conocedor de su profesión, debió pensar que resulta muy difícil concentrarse y hacer bien las cosas cuando te duelen los pies... incluso si eres un genio. Así que no lo dudó un instante y, llevando consigo un medidor de pie y unos cuantos pares de zapatos, se presentó en casa de Einstein.

Al entrar en la pequeña casa de dos pisos, Hulit, todavía asombrado, se encontró a Einstein bajando por las escaleras y fumando su pipa. El físico le dio la mano e inmediatamente sacó del bolsillo trasero del pantalón un pedazo de papel doblado.

This is the problem” dijo señalando el trozo de papel.


Bocetos 1952
Trozo de papel que Einstein entregó a Peter Hulit, firmado por el físico | 1952 | Dominio Público

Se trataba de un rápido esbozo en el que Einstein ilustraba su problema del dolor de pies así como el diseño de un zapato más cómodo: el zapato perfecto.

Einstein había escrito en la parte superior: “representación del peso?

Más abajo había dibujado dos bocetos de su pie derecho, que mostraban el patrón de la presión en el pie.

El boceto que etiquetó como “bad” (malo) mostraba su problema actual: la presión se concentraba en su dedo gordo y en el borde exterior de su pie, causándole dolor.

El etiquetado como “good” (bueno) mostraba la solución de Einstein, lo que para él sería el zapato perfecto: un zapato que permite un amplio espacio alrededor del pie para que la presión pueda ser mejor y uniformemente distribuida.


Bocetos 1952
Ampliación de los bocetos de Einstein | 1952 | Dominio Público

El bueno de Einstein caminaba casi todos los días cerca de dos kilómetros desde su casa hasta el Institute for Advanced Study.

Como buen investigador científico había tratado de averiguar la causa de su propio dolor de pies, así como encontrar una solución que le aliviase...

... pero a veces no hace falta ser un genio para diagnosticar un problema.

Como el propio Peter Hulit dijo más tarde:
"Einstein tuvo la idea correcta. Sin embargo, lo que realmente ocurría es que Einstein había ganado algo de peso en su avanzada edad, y sus pies cambiaron de talla."
Después de la medición, Hulit llegó a la conclusión de que el profesor sólo necesitaba unos zapatos más grandes. Únicamente eso.

Cualquiera de nosotros, al igual que el zapatero de Einstein, habríamos pensado simplemente en comprar un zapato más grande como solución al problema. No le daríamos más vueltas.

Pero el cerebro del gran físico estudiaba y analizaba la situación de otra manera más profunda y compleja, dando finalmente como solución aquel “zapato perfecto” de su boceto que, al final, era lo mismo que un zapato de más talla... aunque desde una perspectiva más científica.

Esa fue la grandeza de Albert Einstein: imaginar, pensar y percibir las cosas de manera distinta a como se había hecho hasta ahora, analizándolas y tratando de encontrar una explicación lógica desde varios puntos de vista.

... Y así revolucionó la física.
"El genio, en verdad, significa poco más que la facultad de percibir las cosas de una manera distinta." (William James, filósofo estadounidense)


Música del Post | Pulp

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Más información: No he podido encontrar nada en castellano acerca de esta anécdota. Para más información en ingles sólo he dado con estas cuatro referencias (1 ,2, 3 y 4).
Fuentes: La fotografía del boceto de Einstein es de dominio público. (1)
Relacionado: Einstein es uno de los personajes favoritos de la Aldea, por eso le hemos dedicado diversos artículos a lo largo de estos dos años e incluso tiene su propia etiqueta.

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Artículo realizado por Guillermo
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Revilla pregonero en Fabero del Bierzo del botillo.



Diario de Leon

Revilla pregona en Fabero que prefiere el botillo a las anchoas que promociona

El presidente de Cantabria ensalzó ante 250 comensales las bondades del embutido y destacó, por encima de todos, los que hacen su mujer y su suegra en Lumeras

28/02/2010 m. enríquez | fabero 

Miguel Ángel Revilla visitó las instalaciones del Pozo Julia y remarcó el «duro» trabajo
Fabero se vistió ayer de gala para celebrar su Festival del Botillo, una edición que contó con la presencia estelar del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que actuó de mantenedor y que, en todo momento, se mostró encantado de compartir la velada con los 250 comensales invitados. Del Bierzo lo destacó todo. Esta comarca es para Revilla santo y seña de grandes productos alimenticios y así lo hizo saber en la rueda de prensa anterior a la cena. Aseguró que «el Bierzo es el vivero de España» y no se cortó en elogios hacia los embutidos, la manzana reineta, la pera conferencia, las castañas y, por supuesto, el propio botillo. De este, aseguró, es buen conocedor, dado que su mujer -”como buena berciana-” es experta en esto del embutido rey y lo cocina de forma extraordinaria con garbanzos. Defensor a ultranza como es de las anchoas de su tierra, Revilla llegó a asegurar que por encima de ellas prefiere el botillo, aclarando expresamente que se refiere al que hace su esposa, Aurora.
El presidente de Cantabria se mostró en Fabero como siempre lo hace. Sincero y campechano, no dudó en asegurar que de todas las invitaciones que ha recibido a lo largo del año, la de la villa minera es la que más ilusión le ha hecho. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que su suegra -”a la que también mencionó como experta en el arte de los botillos-” reside en Lumeras (Candín), por ello visita, cuando puede, la cuenca minera más conocida de la comarca. Además, le ha venido bien esto de ser mantenedor, pues afirmó que desde que se dio a conocer la noticia no le dejan de llegar botillos a casa. Por el momento, desde que empezó la temporada se ha comido ocho, seguramente más que muchos bercianos.
Además de comer botillo, Revilla también visitó Fabero y, como no podía ser de otro modo, se acercó hasta el Pozo Julia, emplazamiento insigne del lugar. Allí reconoció a viva voz el «duro» trabajo de los mineros, mientras contemplaba uno de los vídeos explicativos de las labores que personas como suegro -”también minero-” llevaban a cabo con el carbón. Uno de los grandes ausentes fue Luis del Olmo, amigo de Revilla, que no obstante dejó un mensaje que se leyó al inicio de la cena.
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Revilla: “El Bierzo podría ser vivero y granero de toda España”

El presidente de Cantabria desvela en Fabero que es “un forofo del botillo”
El presidente, deleitándose con un botillo, antes de cenar. D.M.
Diana Martínez / Fabero
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, visitó ayer Fabero para ser el pregonero de su Festival del Botillo. Revilla, gran conocedor de la comarca, ya que del propio municipio de Fabero desciende su mujer, Aurora Díaz, no dudó en hacer una gran alabanza al Bierzo.
“El Bierzo es un paraíso, podría ser el granero y el vivero de toda España, porque lo produce todo. Todos los años vengo a cargar el maletero de reinetas, de peras, de las mejores castañas del mundo... de los 1.500 kilos que coge mi suegra, la mitad se lo comen los cerdos y la otra mitad nosotros, porque al precio que están, vale más no venderlas, coges una riñonada y no te dan nada, no sacas el jornal”, destacó ante los medios de comunicación.
El carismático político quiso hacer saber a los faberenses la gran ilusión que le ha hecho la invitación de Fabero a su Festival, pese a que actualmente está de moda invitarle, dijo, a todo tipo de actos para disfrutar de su don de palabra. “Llego aquí y parece que tengo que hablar bien del botillo, pero qué diga mi mujer la paliza que le doy con el botillo. Soy un forofo del botillo. Yo promociono las anchoas porque me vuelven loco, pero el botillo no le va a la zaga”.
Pero además, Revilla no quiso dejar de un lado la actualidad y quiso ofrecer en Fabero sus recetas contra la crisis. “Es la etapa del as energías renovables y del conocimiento. Ahora el cambio climático nos puede dar una oportunidad en España de desarrollar energías alternativas del petróleo. Nosotros en Cantabria modestamente estamos ya con tres experiencias e igual podemos convertirnos en una referencia internacional... Los molinos en mar y la energía mareomotriz”.
Pero también quiso hacer una apuesta por la educación. “Tenemos que hacer una revolución educativa en España. Aplaudo mucho ese empeño que tiene el ministro de Educación. Sabe que la solución de este país y el cambio viene por un cambio en el sistema educativo, por acabar con el fracaso escolar”.
Revilla no se olvidó del carbón, al que augura buen futuro si “se pueda recoger el CO2, tiene que seguir siendo una fuente utilizable en la medida que podamos corregir las emisiones”.
El discurso de Revilla gustó a los faberenses que aplaudieron y rieron con sus anécdotas dentro de buen ambiente gastronómico.
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Tortilla de patatas, sin patatas ni huevos


NOTA DE VRedondoF.

Aunque hoy puede parecer un cuento , o una "BATALLITA" mas del abuelo.
Naci en 1947  , ya habia pasado la guerra civil , aunque estabamos en plena postguerra en mi casa (y que yo sepa ) no se paso hambre en este periodo ,  (hubo muchas casas que si la pasaron ) y cuando hablamos de hambre QUIERO DECIR HAMBRE .. no gilipoyeces ..
Un ejemplo , el cafe escaseba y se vendia ACHICORIA y MALTA , que son productos sucedaneos , y me refiero a que se seguia vendiendo en el año 1970 y sucesivos , no se si se vendian por cuestion economica o porque la gente se habia acostumbrado a ello y ya les gustaba.
Un producto para limpiarse los dientes era el BICARBONATO ... por ejemplo , ya que la crema dental ni se sabia que era.
Mi padre era un mayorista (se llamaban Almacen de Coloniales) , vendia a las pequeñas tiendas ( cantinas en los pueblos) alimentacion y articulos de limpieza , lo llamaban tiendas de ULTRAMARINOS , uno de los articulos eran las galletas Tostadas ( cuadradas) venian en latas de hojalata de +- 3 kg, ( posteriormente en cajas de carton) y cada vez que entraba a trabajar un PINCHE ( asi se le llamaba a los empleados que entraban con 15/ 16 años para aprender el Oficio) les abria una caja de Galletas para que se  artaran y siempre habia una abierta , ya que si no teniamos numerosas quejas de que en algunas cajas faltaban galletas ...
Podria estar contando anecdotas ... para un  libro....



Tortilla de patatas, sin patatas ni huevos

Ya comentamos que los años de la dictadura fueron tiempos de cartillas de racionamiento, de penurias, de escasez… Pero también dicen que el hambre agudiza el ingenio y de éso en este país vamos “sobraos” (o eso me gusta creer).



Las cartillas de racionamiento, vigentes hasta 1952, eran de tres clases dependiendo del poder adquisitivo. Aunque su contenido podía variar, con estas cartillas se tenía derecho a 125 gramos de carne, 1/4 litro de aceite, 250 gramos de pan negro, 100 gramos de arroz, 100 gramos de lentejas o garbanzos, un trozo de jabón y un huevo. Lógicamente la cantidad de comida era insuficiente y la gente tenía que buscarse la vida. Los gatos se degustaban por liebres (”dar gato por liebre”), patatas a lo pobre, patatas al Avión (patatas hervidas con laurel y un toque de colorante marca “el Avión”), leche aguada, guisos de castañas y bellotas, achicoria por café… Pero el más curioso de todos: “tortilla de patatas sin patatas ni huevos”.
La parte blanca de las naranjas situada entre la cáscara y los gajos (no sé cómo se llama) se apartaba y se ponía en remojo a modo de patatas cortadas. Los huevos eran sustituidos por una mezcla formada por cuatro cucharadas de harina, diez de agua, una de bicarbonato, pimienta molida, aceite, sal y colorante para darle el tono de la yema.
No sé cuál sería el resultado final de esta peculiar tortilla pero no me diréis que no era ingenioso.
Fuente: Los años del miedo – Juan Eslava Galán
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Nuevas estrellas ("Echarse a TEMBLAR")

Nota de VRedondof : 
Cualquiera que vea estos programas de una forma desenfadada , sin pensar y para pasar el rato , pues le son SIMPATICOS y al principio hasta agradables.

Es mas , el PATETICO PANORAMA POLITICO nos empuja a otros progranmas ...
El DOLOROSO PANORAMA ECONOMICO tambien NOS EMPUJA a otros programas televisivos ...
y claro , si ademas de no haber otros programas nos encontramos en todas las cadenas con los programas del "CUORE" , pues"echate a TEMBLAR".
Y digo "echate a temblar" porque no se si el CORONAR a Belen Esteban (y adláteres ) como nuevos "PERSONAJES GUIA" , es como mecanismo de rechazo a los otros "PERSONAJES GUIAS"(Politicos) , o bien es una HUIDA de los ciudadanos a la SITUACION actual .
"Echate a temblar" ya que la TV es el mayor medio de FORMACION DE OPINION DEL VOTANTE (y escribo VOTANTE).
"Echate a TEMBLAR" porque tambie la TV es un medio de MALFORMACION de OPINION del VOTANTE (REPITO VOTANTE).

Me parece que fue Jesucristo quien dijo aquello de "la verdad os hara libres" ..
y yo me digo , ¿ que verdad ? .... porque hay muchas verdades , "la verdad" del Pais ... "la verdad" de Tele 5 ... "la verdad" de la Cope ... "la verdad" del Mundo .. "la verdad" del ABC  ...
Copio y pego una frase que tengo  en mi blog POLITICA :

Los MEDIOS DE COMUNICACION (Y sobre todo la TELEVISION). Se han convertido en una especie de juicio popular llevado a cabo en la plaza pública, en la que agitan a las gentes y éstas, cargadas de problemas e insatisfacciones, se desahogan en la plaza lanzando piedras a quienes señalan los agitadores.
Tambien hay otra frase derivada que dice "La cultura os hara libres" , y para mi esta es MAS REAL y facil de conseguir , pero es de "echate a temblar" ya que la "CULTURA TELEVISIVA actual  , para mi no es "la cultura" a la que se refiere la frase.
Por ultimo ... en esta "manipulada democracia" ....  ¡¡Me hecho a temblar !!.



SÁLVAME DELUXE / TELECINCO Nuevas estrellas en el espectáculo del dolor
La madre de Sandra Palo estuvo el viernes por la noche en Telecinco, como víctima y como amiga de Belén Esteban. Como visceral autoridad legislativa autodidacta y como eficaz catalizadora del lado más sensiblero y populista de la ubicua colaboradora. Como si el dolor ajeno no les pareciera espectáculo suficiente, parece que ahora han decidido incluir estrellas invitadas. Repugna.










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Publicado por Victorino Redondo F. para CdS el 2/22/2010 10:09:00 AM
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s2t2 -Perros en adopción, por cierre de perrera



LOS VAN A SACRIFICAR, POR CIERRE DE PERRERA 
 Adopción por cierre perrera LLAMAR AL 629278239 MÓNICA






Si no adoptas uno, reenvíalo

Han cerrado una perrera y hay que ayudar. Si os interesa llamad al 629-27-82-38 y preguntad por Mónica

Si no podéis adoptar uno, pasadlo a todo el mundo por favor, entre todos saldrá alguien que pueda adoptarlos..
Gracias




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Ratas para desactivar minas


Ratas para desactivar minas

18 Febrero 2010 - 21:38 - Autor: José Antonio Ritoré
Fabricar una mina es muy barato, apenas cuesta 1 dólar, mientras que limpiarla exige 1.000 dólares. En África, uno de los continentes más poblados de minas antipersona, muy pocos países se pueden permitir los costes que supone localizarlas y extirparlas según los métodos tradicionales (detector de metales, perros adiestrados…) pero en los últimos años ha aparecido un nuevo sistema que parece ser efectivo y barato: ratas gigantes. Pero no cualquier tipo de rata, se trata de la Cricetomys gambianus, un tipo característico del África Subsahariana, de gran tamaño,  que puede llegar a los 80 cm (cola incluida), con un gran olfato y que se usan también como mascotas.
Una rata localizando una mina. Foto:  Xavier Rossi. Apopo
Una rata localizando una mina. Foto: Xavier Rossi. Apopo/Herorat
Bart Weetjens es un ingeniero belga que lleva casi todo su vida conviviendo con roedores. Bart estableció una relación especial con ellos desde que a los 9 años le regalaron un hamster por su cumpleaños. En los 90, mientras el mundo debatía cómo y cuando acabar con el uso de minas antipersona, Bart trabajaba diseñando autobuses, coches, etc, pero no era feliz, creía que no estaba aportando nada relevante para cambiar el mundo, así que finalmente decidió dejar su empleo e investigar cómo podía mejorar el proceso de limpieza de minas. Viajó a Angola y a Mozambique, donde participó en sesiones de entrenamiento con perros, pero muchos de ellos, después de varios meses, morían enfermos. La inspiración final llegó cuando descubrió diversos artículos sobre científicos estadounidenses que en los 70 habían trabajado con ratones para la localización de explosivos en aeropuertos.
Bart Weetjens. Sylvain Piraux. Apopo.
Bart Weetjens en Tanzania. Foto: Sylvain Piraux. Apopo/Herorat
En 1997 empieza la aventura de Bart, en un laboratorio en Bélgica. Al año siguiente crea Apopo, la ONG bajo cuyas siglas trabaja y que luego ha sido rebautizada, por pura profilaxis marketiniana como Herorat (rata heroína). En el año 2000, Bart se sumerge en el trabajo sobre el terreno en Tanzania, en colaboración con la Sokoine University of Agriculture, y , finalmente, en 2003 en Mozambique realizan la primera prueba en un campo real de  minas con buenos resultados. A día de hoy, las ratas gigantes de Bart han limpiado ya más de un millón de metros cuadrados, sobre todo en Mozambique. Espectacular.  Supongo que en este punto te estarás haciendo algunas preguntas ¿Qué cualidades especiales tienen estas ratas? y, sobre todo, ¿No explotan al localizar la mina? ¿Están siendo utilizadas como Kamikazes?
Foto: Xavier Rossi. Apopo.
Foto: Xavier Rossi. Apopo/Herorat
Desde Apopo afirman que se trata de animales inteligentes, cariñosos, muy fáciles de amaestrar y de realizar tareas repetitivas siempre que lleven asociadas una recompensa en forma de comida.  Tienen una vida “productiva” de 8 años y son mucho más baratas de mantener y transportar que un perro. Son capaces de inspeccionar 100 metros cuadrados en apenas 20 minutos, mientras que una persona tendría que dedicar casi 2 días para el mismo trabajo.  Su poco peso, de 1 a 3 kilos, convierte en muy improbable que una mina explote aunque la rata la arañe o roce. En este punto, además, la organización afirma rotundamente que no las utilizan como kamikaces, sino que se las trata con mucho cariño para mejorar su estado físico y psicológico.  En la web Apopo profundiza en el tipo de entrenamiento que reciben, dietas, aspectos culturales, etc.
Un último punto a favor de las Cricetomys gambianus de Apopo: son capaces de detectar, vía olfato también, y en un tiempo asombroso, la tuberculosis, una enfermedad que en el África Subsahariana tiene una gran prevalencia y, sobre todo, un alto índice de no detección, se calcula que el 50% de los casos no están diagnosticados. Y uno lo que acaba pensando es, ¿de cuajar el trabajo de estas ratas gigantes? ¿No deberían optar al Premio Nobel de la Paz? Te imaginas a una Cricetomys gambianus en el Ayuntamiento de Oslo, recibiendo honores de manos del último Nobel de la Paz, Barack Obama. Impagable.
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s2t2 -LA MÁQUINA PARA “DETECTAR” HOMOSEXUALES (CANADÁ, 1950)

LA MÁQUINA PARA “DETECTAR” HOMOSEXUALES (CANADÁ, 1950): "Conociendo la historia más oscura del ser humano, posiblemente no nos asombre el hecho de que a alguien se le pasara por la cabeza diseñar una especie de máquina supuestamente capaz de detectar si otra persona era homosexual.

Pero lo que sí es sorprendente es que un gobierno, en este caso el de Canadá, financiara entre 1950 y 1960 íntegramente el proyecto de esa máquina, llegando a utilizarla durante casi diez años para hacer una lista de cerca de 9.000 nombres de presuntos homosexuales, con la intención de mantenerlos fuera de la administración pública, de la policía y del ejército.

Durante los años ´50 y ´60, en plena Guerra Fría, el gobierno canadiense pensaba que los homosexuales empleados en la administración pública, ejército y policía eran un riesgo para la seguridad nacional, ya que si su homosexualidad era descubierta por el enemigo, podrían chantajearlos a cambio de información confidencial y secreta .

Ante esto, el gobierno encargó a la Policía Real Montada del Canadá una campaña para la identificación y despido de todos los homosexuales empleados en el servicio público.


Real Policía Montada del Canada | Fuente | Licencia Creative Commons

Con este objetivo, los investigadores desarrollaron una máquina, a la que, con un doble sentido, apodaron “fruit machine” (máquina tragaperras en Gran Bretaña). Recordemos que el término “fruit” en ingles es también un término normalmente peyorativo para referirse a los homosexuales.

El dispositivo se asemejaba bastante a una silla de dentista, pero también había varios sensores, una cámara para vigilar a los sujetos y un cuadro negro situado en frente para mostrar imágenes.

Se les decía a los sospechosos que la máquina servía para medir el estrés, pero su propósito era bien distinto...


Una serie de imágenes aparecían entonces en el monitor, algunas eran imágenes cotidianas, pero otras eran sexualmente explícitas, de hombres y mujeres.

El sudor y las palpitaciones del corazón ante cada una de las imágenes eran supervisados por la máquina así como, sobre todo, la dilatación de las pupilas que, según recientes estudios de la época, aumentaba en relación directa con el interés hacia una imagen (la idea se basó en un estudio realizado por un profesor universitario estadounidense, que medía el tamaño de las pupilas de los sujetos mientras caminaban por los pasillos de los supermercados)

Si con esto la máquina detectaba una “respuesta erótica” a determinadas imágenes, se suponía que el sospechoso era homosexual.

Al final, el aberrante dispositivo tenía más en común con la pseudociencia y con el azar de las verdaderas máquinas tragaperras que con un aparato de medición científica: los investigadores no tuvieron en cuenta las diferentes distancias entre los ojos de cada sujeto. Además, la cantidad de luz procedente de las fotografías cambiaba con cada diapositiva, haciendo dilatar las pupilas de una manera que no tenía relación con el interés en la imagen; la dilatación de las pupilas era por aquel entonces increíblemente difícil de medir (a veces es inferior a un milímetro)... etc, etc, etc.

No obstante, los resultados de las pruebas de la “fruit machine” se utilizaron para despedir indiscriminadamente a miles de personas durante esos años.

La máquina dejó de utilizarse a finales de la década de 1960, cuando el gobierno canadiense retiró todos los fondos para el proyecto.

A día de hoy, la mayoría de los investigados por la Policía Montada no ha hablado en público sobre el impacto de esta “prueba” en sus vidas.

... Y tampoco nadie, que se sepa, ha sido compensado por la pérdida de su empleo o por la angustia psíquica sufrida.

Este artículo está en Menéame
Si te ha interesado, puedes darle un voto en este enlace

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Nota:
No he podido encontrar ninguna fotografía de la “Fruit machine”. Como se dice en este artículo, tanto la información concreta sobre la máquina, como las fotografías utilizadas y los datos de los investigados se encuentran amparados por normas de protección de la privacidad.

Más información
Gazette yorku.ca, standtogether, damninteresting y en este video (inglés)


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Artículo realizado por Guillermo

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El hundimiento de la Casa Bélmez




La verdad, las voy a echar de menos. Me queda como consuelo que el final estará a la altura de la leyenda: una cutrez de las que hacen afición. Y es que la humedad, que tantos beneficios dio a la familia Pereira, los propietarios de la famosa casa de las Caras de Bélmez de la Moraleda, va a ser su perdición. Creo que lo llaman justicia poética. La Casa Usher se vino abajo por la maldad, pero la Casa de los Caras se hunde por la tacañería. La falta de mantenimiento y las lluvias de los últimos meses en la región están a punto de acabar con el que nunca fue el mayor misterio de la historia de lo paranormal.


Como en el cuento, la avaricia ha roto el saco. Ahí están en el vídeo,faltando a la verdad y contando que nunca han ganado dinero exhibiendo la mayor colección de manchas de humedad del mundo, pero el plato con los donativos del día no miente. Y así, desde hace 40 años (hasta registraron la marca). Dicen que no han ganado dinero y que la gente “iba de balde”… pero no es verdad. Dinero han sacado. No digo millones, pero han sacado de sobra para haber arreglado el techo cuando hacía falta.


Si en lugar de repartirse cada noche lo que se iban embolsando por el día –la voluntad lo llamaban- se hubieran molestado en invertir en la casa ahora no se les vendría abajo. Y dicen que el Ayuntamiento no les ayuda. Sólo faltaría eso. Cinco hijos y no sé cuántos nietos que nunca han querido gastarse un duro en la casa para mantenerla exactamente igual que estaba en 1971 y ahora van a heredar un montón de escombros. Han matado a la gallina de los huevos de oro, pero de aburrimiento.
También lo siento por TVE. Nadie ha hecho más por mantener la mentira que la televisión pública. Y siempre haciendo gala de un falso escepticismo: puede ser un fenómeno paranormal, puede que no; puede que la Tierra sea plana, puede que no. Recuerdo que, en una ocasión, una joven que estaba como un queso del programa de investigación  ‘Hora Cero’ nos entrevistó a Francisco Máñez y a mí en virtud del libro de nulo éxito que escribimos sobre el tema. Les ofrecimos toda la documentación (desde los informes del CSIC hasta las actas notariales que Iker Jiménez y compañía jamás mostrarán integras, y más de un centenar de artículos). No la quisieron. ¿Para qué, si sólo hicieron un programa de casi hora y media? Se ve que les cabía de todo menos la verdad.
 'Cara de Bélmez' aparecida en un cuarto de baño.
 El origen del presunto misterio está totalmente aclarado. La primera cara que apareció fue una broma que Miguel, uno de los hijos de María, y un grupo de amigos le gastaron a su madre. La pintaron en el suelo, y tan bien les salió, que en pocos días ya había autobuses (no exagero) de toda la comarca para ver el prodigio. Es como lo de la virgen que se aparece en una tostada de mantequilla o, más recientemente, la imagen que apareció  en una ventana en Ágreda (Soria). A la gente le gusta creer.


El alcalde de la localidad, al tanto del engaño, les hizo quitarla, pero pronto volvió a salir. No era de extrañar: se estaban forrando. Pruebas de cómo se urdió la cosa las hay a capazos. Mi favorita (que no es la más importante) está en el libro inédito de José Martínez Romero Bélmez, una solución al enigma, creyente en el fenómeno y defensor de la familia. Hay que decir que fue uno de los pocos –quizás el único- al que detractores y defensores coinciden en señalar como honesto.
Aunque Martínez Romero fue uno de los grandes estudiosos del tema –durante años, casi el único- su papel se ha borrado de la historia oficial del fenómeno porque sólo una cualidad suya rivalizaba con su honestidad: su ingenuidad. Contaba las cosas como las veía y no –como han hecho los demás- como le gustaría que hubieran sido. He aquí un pasaje del libro muy revelador (las aclaraciones entre corchetes son mías):


“El día 9 de septiembre de 1971, es decir 16 días después de la primera aparición, un segundo rostro comenzó a perfilarse en la parte  de la solería recién arreglada [el lugar donde apareció el primero y que hubo que picar].
En está ocasión fue Miguel, uno de los hijos de la familia Pereira, quien, al ir al establo para cuidar su yunta, se percató de que en el suelo del fogón había otra mancha que también se asemejaba a la cara de un hombre. Lo asombroso era que, a las nueve de la noche, cuando cenaban [él y sus padres], nadie había visto nada allí.
Con la alarma y temor consiguientes ante tan insospechada reincidencia, informó a sus padre quienes ya no pudieron ocultar su honda preocupación por lo que esta persistencia de las figuras pudiera suponer”.
Reflexionemos. Había sólo tres personas en la casa. María, la madre, que era la víctima de la broma; su marido, que siempre se desentendió de la historia; y Miguel, el hijo. La cara aparece cuando el joven está solo. Pregunta de la semana: ¿quién la pintó? Envía la respuesta correcta a tu revista o programa misterioso favorito y participa en el sorteo de una cátedra en parapsicología aplicada.
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y2a -Great Eastern, el insumergible gigante de hierro

Great Eastern, el insumergible gigante de hierro: "Cuando fue botado en 1858, el Great Eastern era dos veces más largo y era capaz de mover seis veces más carga que cualquier otro barco de la época. Tenía 213 metros de eslora y podía navegar a 24 km/h propulsado por una hélice y dos ruedas de palas. Todo un logro de la ingeniería que podía transportar 4.000 personas sin repostar entre Europa y Australia. Además, decía ser insumergible.

Pintura del Great Eastern en alta mar (1858). Original

Acabada la Gran Exhibición del 1851 celebrada en Londres, en la que se publicitó a bombo y platillo la riqueza y la abundancia de recursos naturales de los Estados Unidos, fueron muchos los que mostraron su propósito de emigrar al Nuevo Mundo. Fue entonces cuando Isambard Kingdon Brunel se dio cuenta del potencial que podría tener un barco especialmente diseñado para transportar a estos inmigrantes.

Brunel era un brillante ingeniero que vivía entregado en cuerpo y alma a su trabajo. Había participado de lleno en le fiebre del ferrocarril del siglo XIX en Inglaterra, durante la cual había construido más de 1.000 millas de líneas férreas junto con sus túneles, estaciones y puentes. Pero cuando a finales de las década de 1840 esta fiebre llegó a su fin, pasó a interesarse por las posibilidades de los viajes a larga distancia.

Para marzo de 1852, Brunel ya tenía un bosquejo de un barco de vapor. Sería el mayor objeto móvil creado jamás por el hombre, el barco más grande que el mundo hubiera visto nunca y, además, uno de los primeros construidos casi totalmente en hierro. Sus medidas: 213m x 20m x 9.1m. El propio Brunel anotaba en su diario: “un barco así podrá beneficiarse de las economías de escala y será rápido y económico, al necesitar menos tripulación para llevar el mismo tonelaje en varios barcos más pequeños. Podrá hacer el trayecto entre Inglaterra y Australia sin parar para repostar”.

Brunel, consciente de que su barco necesitaba contar con más de un único sistema de propulsión (el uso de hélices gemelas se encontraba todavía en fase experimental), optó por una combinación de una hélice simple y dos ruedas de palas. Brunel mostró su idea a John Scott Russell, un experimentado constructor naval al que había conocido durante la Gran Exhibición. Russell examinó el diseño de Brunel y estimó que la capacidad de carga del gigante rondaría las 20.000 toneladas. También, calculó que, para alcanzar los 26km/h, la potencia combinada de sus motores no debería de bajar de los 8.000CV.

El Great Eastern en construcción (1856). Original Atlantic Cable

El Great Eastern un año después (1857). Original BBC

Russell sugirió, entonces, tantear el interés de los directivos de la Eastern Steam Navigation Company por un barco así. La Eastern Company se había constituido en enero de 1851 con el objetivo de hacerse con una parte del creciente negocio del comercio y de la emigración a América. Sin embargo, para que el negocio fuera rentable necesitaban hacerse con el contrato para transportar el correo de la British General Post Office y así subsidiar, en parte, el servicio. Pero no fue así y el gobierno concedió el contrato a otra empresa quedando la Eastern Company sin un proyecto claro.

El plan inicial de la compañía había sido construir varios buques pequeños. Sin embargo, Brunel les proponía lo contrario: construir un único barco pero con una capacidad de carga mucho mayor. Un gigante que prometía ser capaz de competir con los rápidos clippers, que en aquel entonces dominaban la ruta, al ser capaz de cargar con el suficiente carbón para no tener que parar. La Eastern Company examinó la propuesta y en julio de 1852 le dio el visto bueno. Brunel fue nombrado Ingeniero Jefe del proyecto y empezó a buscar contratistas para las diferentes partes del barco. Brunel se hizo también con una parte de la compañía y rechazó que su trabajo fuera supervisado por ningún otro ingeniero.

Aunque Brunel inicialmente había estimado el coste total de construir su barco en unas 500.000 libras, Russell hizo una oferta mucho más baja, 377.200 libras, que incluso ofreció rebajarla a sólo 258.000 si se hacía un pedido de un barco gemelo. Pese a la gran diferencia, Brunel no tuvo problemas en aceptar la oferta de Russell, después de todo, era un constructor de barcos experto y además le tenía aprecio.

En primavera de 1854 los trabajos pudieron comenzar, por fin, en el astillero de Millwall. Brunel era considerado una persona con la que no era fácil trabajar. Era muy exigente y demasiado a menudo discutía y discutía hasta imponer su punto de vista. En el caso del Great Eastern no fue muy diferente y los conflictos con Russell fueron constantes. Brunel creía que era su obligación, y su derecho, revisar y aprobar hasta el más mínimo detalle del diseño y construcción del barco, mientas que Russell, como experimentado constructor naval, esperaba contar con una mayor libertad de actuación y más confianza en su criterio.

Brunel delante de las cadenas para la botadura del Great Eastern

El Leviathan antes del primer intento de lanzamiento en 1858

Además, la prensa, que desde el principio recibió el proyecto con escepticismo, no dejó de cuestionar quien de los dos, Russell o Brunel, debía realmente recibir el reconocimiento por el diseño del barco, lo que incrementaba la tensión entre ambos. La asociación de los dos hombres pasaría por un momento especialmente crítico el 4 de febrero de 1856, cuando Russell declaró la bancarrota, sin que Brunel supiera nada hasta aquel momento de sus dificultades económicas.

La mayor innovación tecnológica que Brunel introdujo en el Great Eastern fue el concepto de doble casco, un concepto que no se volvería a ver en un barco hasta pasados 100 años. El buque tendría dos cascos, uno dentro del otro, separados por 86 centímetros. Entre ellos habría una estructura reticular de vigas de hierro, con una separación entre cuadernas (costillas) de 1.8 metros. El casco interior llegaba hasta el metro y medio por encima de la línea de flotación en condiciones de máxima carga, y estaba dividido por dos mamparos longitudinales de 107 metros de longitud y 18 de altura que, al cruzarse con los mamparos transversales, dividían el barco en 19 compartimentos estancos. Esta distribución y el doble casco convertían al Great Eastern en un barco insumergible.

Durante la construcción, los operarios utilizaban unos rodillos manuales para dar la forma adecuada a cada una de las planchas de hierro del casco, de acuerdo con un modelo de madera. Después se cortaban con una sierra movida por vapor. Cada plancha estaba numerada siguiendo la maqueta. Un niño se encargaba de marcar la posición de los agujeros para los remaches que se hacían con una perforadora de vapor. Entonces, mediante poleas, se levantaban y se colocaban en su posición, donde se sujetaban con abrazaderas hasta que se ponían los remaches definitivos. Cada chapa se colocaba solapándose con las adyacentes de forma alternativa.

Para construir la estructura, se colocaban primero los mamparos longitudinales y después los transversales al mismo tiempo que se colocaba la estructura a la cual se remachaba el casco exterior. Todo el casco fue ensamblado usando remaches, en total, unos tres millones de una pulgada de grosor cada uno. Un ejército de doscientas cuadrillas se encargó de colocarlos. Cada una compuesta por dos hombres que los remachaban, otro que se encargaba de aguantar en el otro lado de la chapa la barra de choque y dos chicos, de los cuales uno se encargaba de calentar los remaches y el otro de insertarlos en los agujeros.

Vista de la cubierta desde una de las ruedas de palas. Original Atlantic Cable

Salón de primera clase. Original

Mientras se remachaba el casco exterior, el operario que se encargaba de sujetar la barra de choque y su “chico” pasaban días enteros en el reducido espacio que había entre los dos cascos. Iluminados sólo con la luz de una vela, tenían que soportar el ensordecedor repicar de sus 400 compañeros martilleando los remaches desde fuera, 12 horas al día, 6 días por semana. Pero además de duro, trabajar en el Great Eastern también era peligroso y varios trabajadores perdieron la vida durante su construcción.

Aparte del doble casco, otro de los grandes logros de Brunel en el Great Eastern fue el alto grado de estandarización de los componentes que alcanzó. El tamaño de las planchas de hierro, el grosor de las chapas, el diámetro de los remaches o las vigas eran iguales en todas las partes del barco y como mucho se usaban tres tamaños o diámetros diferentes. Hasta entonces, no se había construido ningún barco usándose un número tan bajo de componentes diferentes.

El barco tenía velas, palas y hélice. Las dos ruedas de palas eran de 17 metros de diámetro y la hélice de 7.3. En los seis mástiles, se podía desplegar una superficie total de casi 1.700 metros cuadrados de velas. Aunque, más tarde se dieron cuenta que no se podían usar cuando los motores estaban funcionando, ya que los gases que salían de las cinco chimeneas les hubieran prendido fuego.

La botadura del Great Eastern fue accidentada. Como era demasiado largo para la anchura del río Támesis, Brunel había optado por una botadura de costado. Con tal fin, el barco se había construido en paralelo a la rivera para así facilitar su deslizamiento lateral sobre unos raíles de hierro y, finalmente, hacerlo flotar con la marea alta. Brunel había fijado la botadura para el 7 de noviembre de 1857 y había pedido que ese día en el astillero hubiera solamente la mínima gente imprescindible. Sin embargo, la Eastern Company, que no andaba sobrada de dinero, decidió vender entradas para contemplar el acontecimiento. En total, fueron 3.000 los curiosos que acudieron al astillero.

Lo primero fue darle un nombre al barco. De una manera un tanto confusa la tarea recayó en la hija de uno de los inversores. Para sorpresa de todos, la niña lo bautizó como “Leviathan”, a pesar que casi desde el principio todos lo conocían como el Great Eastern. Afortunadamente, al año siguiente se le volvió a dar su nombre original.

El “espectáculo” no había empezado bien, pero acabaría peor. Al poco de de comenzar la maniobra de lanzamiento, se oyó una explosión. Uno de los cabestrantes movidos por vapor había explotado a causa de la tensión. Un hombre murió y otros cuatro resultaron heridos. El barco apenas se movió un metro, la botadura tuvo que ser suspendida y Brunel sufrió una humillación pública. No obstante, alguien se daría cuenta posteriormente que fue lo mejor que podía haber pasado. De haber llegado al agua, el Great Eastern habría provocado unas olas tales que habrían barrido las gradas arrastrando al público.

El Great Eastern en la década del 1870

Se tardarían 10 semanas en llevar el Great Eastern hasta el agua. Tuvo que ser impulsado centímetro a centímetro con bombas de ariete y, finalmente, el 31 de enero de 1858 el gigante flotaba sobre las aguas del Támesis. El coste de la botadura había sido de 170.000 libras, un tercio del coste estimado por Brunel para todo el barco. Se cuenta que a partir de entonces Brunel, no sólo no cobró por sus servicios, sino que pagó de su propio bolsillo el salario de los trabajadores.

Aunque se tenía planeado llevar a cabo las primeras pruebas del barco en el mar el día 7 de setiembre de 1859, se tuvieron que posponer porque Brunel estaba en cama después de haber sufrido un ataque al corazón el día 5. Finalmente, las pruebas se llevaron a cabo el 9, estando Brunel aún en cama. Pero con las prisas, alguien se olvidó de abrir una llave de paso durante la prueba de los motores y una de las calderas explotó destrozando la chimenea frontal, matando a cinco hombres e hiriendo a varios más. Algunos creen que el desastre aceleró la muerte de Brunel que murió diez días después del ataque y sin haber navegado nunca en el barco acabado.

Si bien el barco había sido diseñado para la ruta hacia India y el Extremo Oriente. Los problemas financieros obligaron a que su primer viaje fuese a Nueva York. El Great Eastern partió el 17 de junio de 1860 cargado sólo con 43 pasajeros, de los que 8 eran invitados de la compañía, y una tripulación de 418 personas. Después de varios incidentes menores, el barco llegó a Nueva York a los 10 días y 19 horas.

A su regreso a Inglaterra el gobierno británico fletó el barco para transportar tropas al Quebec. Más de 2.000 oficiales y soldados, 473 mujeres y niños, y 200 caballos, además de otros 40 pasajeros. Esta vez el trayecto duró 8 días y 6 horas. El Great Eastern permaneció un mes en puerto donde pudo ser visitado a cambio de 50 centavos (se vendieron más de 140.000 entradas), y a comienzos de julio emprendió su regreso a Gran Bretaña con 357 pasajeros a bordo. Pese al éxito económico de este viaje, la Great Ship Company seguía pasando por una situación económica complicada.

El segundo viaje del Great Eastern a Estados Unidos no comenzó con buen pie. El bote que llevaba los pasajeros al barco encalló y tuvieron que ser rescatados junto con su equipaje por otros botes más pequeños. Pese a la fama del barco, eran sólo cien los pasajeros que transportaba. El viaje duró 9 días y 13 horas. Su llegada a Nueva York pasó inadvertida y el intento de vender entradas para visitar el barco, esta vez, tuvo poco éxito. Unas semanas más tarde el barco emprendió su viaje de vuelta, esta vez con 194 pasajeros.

El tercer viaje –como no podía ser de otra manera—también fue accidentado. El Great Eastern partió del puerto de Liverpool el 10 de setiembre de 1861 y al día siguiente se topó con un fuerte vendaval que lo hizo zozobrar violentamente. Se perdió una de las ruedas de palas y la otra se hizo añicos cuando uno de los boques salvavidas se soltó y chocó contra ella. Por si fuera poco, el poste y las cadenas del timón se partieron. El timón se movía sin control golpeando la hélice.

Cargando el cable en las bodegas del Great Eastern en 1865

En un primer momento, el capitán prefirió ocultar lo sucedido al pasaje, pero antes de que acabara el segundo día, algunos de los pasajeros se dieron cuenta del aprieto en que se encontraban. Después de examinar el barco, descubrieron que la situación era aún peor de la que se habían imaginado. La carga no había sido amarrada como debía y después de la tormenta se movía sin control por la bodega. Fueron varios los intentos de reparar el timón, pero fue finalmente siguiendo las indicaciones de un ingeniero civil que había entre el pasaje como se consiguió recuperar parte de su movilidad. No era mucho, pero era suficiente para que el barco pudiera dar media vuelta y mantener el rumbo hasta Irlanda, había pasado 75 horas a la deriva.

Durante 1862, el Great Eastern haría otros tres viajes a Nueva York. Con más pasaje y más carga, parecía que por fin comenzaba a ganar dinero. Los dos primeros viajes fueron un éxito y el tercero aún lo parecía más. El 17 de agosto, el Great Eastern zarpó con 1.530 pasajeros a bordo y una gran cantidad de carga que hacía que el calado del barco se hubiera incrementado a 9.1 metros. El capitán, consciente de este incremento, prefirió no entrar en la Bahía de Nueva York y hacerlo en la de Flushing. Pese a la precaución del práctico, de repente, se oyó un ruido sordo.

Se creyó que la quilla había chocado con una roca semi-sumergida. Después, en el puerto se pudo comprobar que la roca había abierto una brecha de 25 metros de largo y 2.7 de ancho en el casco. Ante la imposibilidad de usar ninguno de los diques secos de Estados Unidos para repararlo, por ser demasiado pequeños para el Great Eastern, se tuvo que optar por un plan bastante más arriesgado y novedoso: realizar las reparaciones usando un cajón de aire comprimido sujeto al casco del barco mediante cadenas. Pese a las primeras reticencias, fue todo un éxito, pero los retrasos para obtener el material a causa de la Guerra Civil Americana provocaron unas pérdidas importantes a la empresa.

En 1863, fueron tres los viajes a Nueva York, pero se acercaba el final. La compañía perdió 20.000 libras a causa de una guerra de precios entre varias navieras, y ahogada por las deudas se vio forzada a subastar el Great Eastern. No fue fácil encontrar quien lo quisiera, y al final se lo quedaron tres inversores por 25.000 libras, a pesar de que sólo los materiales ya valían unas 100.000. En seguida, crearon las Great Eastern Steamship Company, que fue contratada por la Telegraph Construction and Maintenance Co por una participación de 50.000 libras en acciones.

El Great Eastern adaptado para tender cable (1864-1874)

El Great Eastern sería adaptado para colocar el primer cable transatlántico. Para ello, se tuvo que hacer espacio en sus bodegas para los 4.200 kilómetros de cable necesarios para la operación. El Great Eastern era el único barco lo suficientemente grande para cargar con toda esa cantidad. El uso de barcos más pequeños hubiera obligado a colocar el cable en secciones lo que lo hubiera hecho más vulnerable a roturas. Después de unas cuantas pérdidas y roturas del cable, el 1 de septiembre de 1866 Europa y Norteamérica quedaban unidas por los 4.260 kilómetros del nuevo cable.

Durante la década siguiente, el barco ayudaría a tender unos cuantos cables submarinos más. En total, unos 48.000 kilómetros. Pasa la época dorada de los cables submarinos y ante la competencia de nuevos barcos diseñados especialmente para ello, se decidió readaptar el Great Eastern para el transporte de personas. Pero una vez más, los esfuerzos por hacerlo rentable fracasaron. Después, fue usado como teatro flotante, sala de conciertos y gimnasio, y acabaría siendo vendido como chatarra en una subasta en 1888.

Se tardarían dos años en desguazarlo, bastante más de lo esperado, de manera que sus últimos propietarios también perdieron dinero con él, como casi todos los anteriores. Desde luego que separar las chapas de hierro no fue fácil y se tuvo que recurrir a una bola de demolición para aflojar los remaches.

Se rumorea que durante las tareas de desguace se encontró un esqueleto humano (según otros, fueron dos) en el interior del doble casco. El rumor, sin embargo, no parece demasiado creíble ya que si algún obrero hubiera quedado atrapado allí, hubiera podido salir fácilmente por las escotillas de inspección. Además, la misma historia se ha explicado de otros barcos. De todas maneras, el rumor inicial parece ser que surgió durante la construcción del Great Eastern, cuando se descubrió que uno de los remachadores y su chico habían desaparecido misteriosamente.

El Liverpool F.C. compró el mástil superior para palo de bandera en Anfield, donde aún permanece.

PS: Ojeando libros para mis sobrinos, me topé con uno sobre barcos en el que aparecía este gigante.

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+info:
- The “Great Eastern in British History in-depth BBC
- SS Great Eastern in en.wikipedia.org
- SS Great Eastern in Brunel 200
- Great Eastern by Bill Glover in History of the Atlantic Cable & Undersea Communications
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