¿Interesante o importante?
Es fudamental tener en cuenta esa diferencia. Los medios de comunicación no centran su atención en lo "importante" sino en lo "interesante". ¿Qué es lo interesante? Lo excepcional, lo diferente, lo no habitual... Es lo que se conoce como el "síndrome del foso de orquesta", según Roger Ailes.
Un político sale al escenario y expone con todo lujo de detalles un plan muy bien elaborado para combatir la pobreza en el mundo. Sus argumentos convencen a todos los presentes por la solvencia de su disertación y las soluciones aportadas. Inmediatamente después sale otro político a escena y nada más hacer acto de presencia, tropieza y cae al foso de la orquesta. ¿Cuál de los dos sale al día siguiente en portada?
Paul Wolfowitz ocupaba uno de los puestos de mayor relevancia en la escena internacional: Presidente del Banco Mundial; sin embargo, salvo para los economistas y políticos, Wolfowitz no era conocido por la mayoría del resto de ciudadanos del mundo. Sin embargo, en una de sus visitas a Turquía, al entrar en una mezquita, como era preceptivo, se quitó los zapatos y... sorpresa, mostró al resto del mundo unos enormes agujeros en sus calcetines. Como recoge Luis Arroyo y Magali Yus en "Cien errores de la comunicación en las organizaciones" (ESIC, 2008), "ninguna decisión del Banco Mundial generó mayor interés informativo que los calcetines".
Fue portada en todos los periódicos y algunos titulares decían: "Wolfowitz gana 300.000 euros al año y no tiene para calcetines" (20 minutos) o "Calcetines turcos para el presidente del Banco Mundial" (El País).
Un político sale al escenario y expone con todo lujo de detalles un plan muy bien elaborado para combatir la pobreza en el mundo. Sus argumentos convencen a todos los presentes por la solvencia de su disertación y las soluciones aportadas. Inmediatamente después sale otro político a escena y nada más hacer acto de presencia, tropieza y cae al foso de la orquesta. ¿Cuál de los dos sale al día siguiente en portada?
Paul Wolfowitz ocupaba uno de los puestos de mayor relevancia en la escena internacional: Presidente del Banco Mundial; sin embargo, salvo para los economistas y políticos, Wolfowitz no era conocido por la mayoría del resto de ciudadanos del mundo. Sin embargo, en una de sus visitas a Turquía, al entrar en una mezquita, como era preceptivo, se quitó los zapatos y... sorpresa, mostró al resto del mundo unos enormes agujeros en sus calcetines. Como recoge Luis Arroyo y Magali Yus en "Cien errores de la comunicación en las organizaciones" (ESIC, 2008), "ninguna decisión del Banco Mundial generó mayor interés informativo que los calcetines".
Fue portada en todos los periódicos y algunos titulares decían: "Wolfowitz gana 300.000 euros al año y no tiene para calcetines" (20 minutos) o "Calcetines turcos para el presidente del Banco Mundial" (El País).
¿Se acuerdan cuando el Rey Don Juan Carlos se tropezó en el Círculo de Economía de Barcelona? ¿O cuándo le espetó el famoso "Por qué no te callas" a Chávez? Ésas fueron las noticias del día y no lo que estaba en juego.
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