Cuando crees que lo sabes todo, vuelves a fallar: ¡Escucha!
“Escuchar es el camino más breve para entender, y entender a una persona es comprender qué quiere y qué desea, dejando que nos descubra los entresijos de su sensibilidad y sus sentimientos” (“Liderazgo”, El País Aguilar, 1999, p. 71).
Roger Fischer, Catedrático de Harvard y autor del famoso “Getting to yes” (Obtenga el sí), ha contado en más de una ocasión la siguiente historia.
Un colega de Fisher tuvo que llamar una noche al médico porque se encontraba mal.
– Doctor –le dijo– estoy preocupado porque mi mujer no está bien, tiene todos los síntomas de una apendicitis.
– Déle una aspirina y que intente descansar, le contestó el médico.
– ¿Una aspirina, doctor? Yo pienso que debería usted verla urgentemente.
– Mire, yo soy médico y sé lo que digo, usted déle una aspirina y no se preocupe, insisitió el médico.
– Pues yo no me quedo tranquilo, estoy preocupado...
– Pues no se preocupe, porque es imposible que su mujer tenga apendicitis, ya que yo mismo se la estirpé hace siete años y nadie tiene dos apéndices.
– En eso estoy de acuerdo, doctor; sin embargo, hay muchos que se casan dos veces y estoy hablando de mi segunda esposa.
Escuchar siempre ha sido importante, pero hoy lo es aún más, ya que como afirmaba Jean Paul Getty, “en tiempos de rápido cambio, la experiencia puede ser tu peor enemigo”. No te confies y estate en permanente alerta. Los ciclos de vida de todo –productos, servicios, innovaciones...– son cada vez más cortos y en muchas ocasiones paradigmas pasados no sirven para los tiempos presentes.