SADCD-09-¡PORQUÉ DESPEDI A MI SECRETARIA!

Autor :William Nuñez

Fecha :10-9-99
Disponible en :Revista Casi Nada
http://usuarios.iponet.es/casinada/indice.htm
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¡PORQUÉ DESPEDI A MI SECRETARIA!

Dos semanas atrás fue mi cumpleaños Nº 50. Aquella mañana al despertar me pareció haber dormido mil años.

¡Medio siglo..! ¿Así tan de pronto...?

No cabía duda alguna... ¡Estaba envejeciendo... y rápidamente!

Bajé a desayunar esperando que mi esposa me dijese:

- ¡Feliz Cumpleaños! Estas muy buen mozo esta mañana. Los años te han ido haciendo más atractivo e interesante. Debo cuidarte o alguna jovencita por ahí terminará llevándote de mi lado. Ese cariñoso saludo, que acostumbraba otorgarme desde que cumplí los cuarenta, habría aliviado esa muy desagradable sensación de angustia...

Sin embargo me sirvió mi taza de café y tostadas y nada dijo ni nada sucedió.

- Bueno... es posible que le haya pasado inadvertido -pensé- ha estado muy ocupada estos días. Los niños se encargarán de recordárselo.

Nuestros hijos vinieron a desayunar y tampoco dijeron ni una palabra. Bueno... después de todo... ¿Acaso la vejez no consiste en eso... en ir siendo olvidado...?

Cuando llegué a la oficina me sentía muy deprimido. Al entrar, Karem Milena, mi secretaria, me dijo: - ¡Buenos días William...!

¡¡¡ Feliz Cumpleaños !!!

Yo sabía que nuestro ordenador automáticamente se encargaba día a día de recordarle a ella las fechas importantes así como los cumpleaños de cada uno de nuestros colaboradores y clientes pero debo confesar que su saludo me ayudo a sentirme algo mejor.

Cerca de las 13:00 hrs. Karem Milena tocó a la puerta y me dijo:

- ¡Sabes! Hace un día precioso afuera y es tu cumpleaños... ¿Por qué no salimos a almorzar solos tú y yo?

Esto es lo más grato que he escuchado en todo el día -pensé.

No me explico aun por que razón elegí un lugar tan discreto y muy privado en aquel restaurante.

Todo estuvo delicioso y comencé a sentirme ligeramente contento.

Nos tomamos un par de martinis. De pronto note que en los ojos de Karem Milena y cada vez que su mirada se cruzaba con la mía surgía un brillo muy intenso.

Nunca antes me había percatado de que poseía unos preciosos ojos.

Durante los largos años que había permanecido trabajando junto a mí no se me había pasado por la mente preguntarme la razón por la cual vivía sola y que aun no estuviese casada.

De regreso a la oficina ella dijo:

- Creo que hace un día precioso... ¿Preferirías no regresar a trabajar...?

- Tienes razón... creo que no debemos regresar -conteste un tanto inquieto...

Ella insinuó:

- Podríamos ir a mi departamento y así descansarás en este tan importante momento de tu vida -y traviesamente agregó:

- ¡¡No todos los días se cumple medio siglo de existencia!!

Mi esposa debía tener razón... me pareció que los años tenían que estar haciendome más atractivo pues jamás antes mi secretaria me había demostrado interés alguno.

Llegamos a su departamento y sirviéndome otro martini me dijo:

- Si no te molesta iré a mi cuarto a cambiarme de ropa -y sonriendo continuó- ¡¡Me pondré más cómoda!!

Yo la dejé ir.

Ella ingresó a su dormitorio... Sentí deslizarse el tiempo lentamente mientras un muy grato calorcillo comenzaba a recorrer todo mi cuerpo.

Pensé en los beneficios que nos otorga la madurez con el transcurrir de los años. Todo se nos va haciendo más fácil.

Ya no nos extraña que puedan ocurrirnos este tipo de situaciones y estamos cada vez más dispuestos a disfrutar con la mayor naturalidad de los goces que la vida nos va otorgando.

Estaba contento...

!Dichoso de cumplir Cincuenta Años...!

Luego de varios minutos ella regresó...

Cargaba una inmensa torta de cumpleaños...

¡¡¡ SORPRESA !!!

alcancé a escucharle... mientras su voz era acompañada por pitos y música, lo que debo confesar, me pareció un poco inadecuado para la ocasión...

Pero claro... más atrás la seguía mi esposa y mis cinco hijos cantando todos a coro el Happy Birthday...

Y allí estaba yo...enormemente sorprendido...

DESNUDO EN EL SOFA Y SOLO CON MIS CALCETINES PUESTOS