Minificha 64 -de LA ALDEA IRREDUCTIBLE
En esta fotografía de 1927, tomada por Frederick William Bond, fotógrafo de la Sociedad Zoológica de Londres, podemos observar la curiosa colección de objetos que se encontraron en el estómago de un avestruz tras su muerte.
Al igual que todas las aves, el avestruz carece de dientes, por lo que no realiza masticación alguna de lo que ingiere.
En su voracidad puede llegar a tragar piedras y rocas que, retenidas en su organismo, ayudan a moler los alimentos.
Entre otras cosas, se han encontrado en el estómago de estos animales más de tres kilos de arena, trapos, pañuelos, cuerdas, clavos, monedas, bisagras, llaves de hierro, etc.
En una ocasión se llegaron a contar setenta monedas de cobre.
National Media Museum 1927 | Fuente | Dominio Público
Al igual que todas las aves, el avestruz carece de dientes, por lo que no realiza masticación alguna de lo que ingiere.
En su voracidad puede llegar a tragar piedras y rocas que, retenidas en su organismo, ayudan a moler los alimentos.
Entre otras cosas, se han encontrado en el estómago de estos animales más de tres kilos de arena, trapos, pañuelos, cuerdas, clavos, monedas, bisagras, llaves de hierro, etc.
En una ocasión se llegaron a contar setenta monedas de cobre.