de Curistoria
Hoy, a través de un par de detalles sobre Hermann Goering que he leído en la revista “La aventura de la historia”, vamos a ver un caso perfectamente aplicable al mundo empresarial. Según se comenta en la revista, una vez le preguntaron a Goering, a la sazón responsable de la Luftwaffe, por qué esta no disponía de bombarderos pesados. La contestación fue: “Uno pesado cuesta tanto como cuatro ligeros y Hitler me va a preguntar cuántos tenemos, no si son bombarderos pesados”. Tomen el nombre de Hitler, como “el jefe" y vean que su decisión se tomo para agradar al jefe, no por ser lo mejor para "su empresa".
Se repitió esta situación hacia el final de la guerra. Alemania podría haber dispuesto de un buen número de cazas a reacción en 1944, pero todo se retrasó porque Hitler quería bombarderos y Goering hizo lo que puedo para complacerle, a pesar de todo.
Se repitió esta situación hacia el final de la guerra. Alemania podría haber dispuesto de un buen número de cazas a reacción en 1944, pero todo se retrasó porque Hitler quería bombarderos y Goering hizo lo que puedo para complacerle, a pesar de todo.
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