En una administración o a través de Internet. Esas son las dos posibilidades que existen actualmente para comprar un décimo de Lotería de Navidad. Pero no es tan simple como pueda parecer. Sobre todo si se quiere un número concreto. Si lo que se busca es sólo una terminación, sin importar los dígitos que la preceden, entonces es pan comido. Pero, mejor ir por partes.
Hace unos años, comprar un décimo de lotería no tenía mayor historia. Bastaba con ir a la administración del barrio, hacer la cola y listo. Si tenían el número que querías, bien. Si no, pues escogías otro. Ahora, las posibilidades se han multiplicado. Retalamos cómo comprar un décimo de lotería de Navidad concreto y no volverse loco en el proceso.
Buscar un número definido (el nacimiento de un hijo, la fecha del triunfo de España en el Mundial, el aniversario de bodas, la visita del Papa a España…) no es tan sencillo como pueda parecer. El primer paso es localizar dónde se encuentra el décimo. Para ello, una buena opción es hacerlo a través del buscador de la página oficial de Loterías y Apuestas del Estado (hay muchos más y todos son igual de válidos).
Se elige la fecha del sorteo (22 de diciembre en este caso), se introduce el número deseado y rápido aparece un listado con las administraciones a las que ha sido consignado.
El siguiente escalón es averiguar si aún les queda. Hay números ya agotados, como por ejemplo la fecha en la que España ganó el Mundial de Sudáfrica. Lo más cómodo es llamarles por teléfono, sobretodo si se está a kilómetros de distancia. Algunas tardan en contestar. Es cuestión de insistir. Si lo tienen, quizá puedan reservártelo para pasar a por el tras hacer la cola que sea necesaria o enviártelo a casa.
Si buscamos el décimo en páginas web de las administraciones que también están en internet ya es más complicado. Las famosas L’Bruixa d’Or y Doña Manolita, por ejemplo, ofrecen la posibilidad de comprar a través de su web, pero con bastantes limitaciones.
La administración de Sort tiene dos opciones, envío a domicilio o con décimo digital. Para la primera no se pueden elegir los números, sólo terminaciones y hay que comprar un mínimo de cinco décimos. Para la segunda, sólo se pueden comprar un máximo de 5 décimos, pero se puede elegir el número. Aunque llegar a él es complicado. Hay que filtrar por la terminación que se busca y después mirar uno por uno los resultados que ofrecen hasta dar con el deseado.
En la madrileña doña Manolita, también se pueden comprar décimos por Internet, pero el digital no existe y sólo se escogen terminaciones. El resto es sorpresa. Lo compras y te lo mandan a casa, pagando los gastos de envío.
Si después de todo esto, sigues empeñado en un número concreto, siempre puedes probar suerte en los sitios específicos de venta online. Existen varios (ventura24, lotopia…). En ellos la dificultad radica en que no puedes filtrar el número concreto. Hay que hacerlo por la terminación o la administración (si previamente se ha comprobado en otro buscador dónde lo tienen) y luego ir uno por uno mirando los décimos hasta encontrar el que se quiere.
Eso en el caso de que lo vendan, claro. Porque estos sitios no tienen todos los números, sino que llegan a acuerdos con algunas administraciones. Si se localiza y se compra ahí, el proceso es sencillo y seguro. Al cliente se le envía un décimo digital y el físico queda custodiado en las cajas fuertes de las administraciones. Y si no lo tienen, quizá puedas intentar que ellos te lo busquen.
Al final, encontrar un décimo con un número concreto es un premio a la constancia o una cuestión de suerte.
En el segundo supuesto, en ése en el que lo único que importa es la terminación, todo es mucho más sencillo. Basta con visitar las webs mencionadas antes o las de las administraciones y elegir cuál se quiere. Algunas ofrecen la posibilidad de elegir distintos números con una misma terminación. En el caso de que el número sea lo de menos y lo que se quiera sea comprar de una administración famosa por sus premios, se puede ir a la web de esa administración (si la tiene) o acudir a las de venta general y comprobar si trabajan con ella.
También existen los terminales, novedad de este año. Están colocados en los puntos habituales y autorizados de venta. Lo único que hay que hacer es acercarse a uno, elegir el número pagar y recoger el recibo. Así de fácil. Y si la tecnología no te convence, siempre queda la opción de toda la vida, ir a la ventanilla. Sin más.