Ayer El País publicaba en su portada on line la noticia de que España había mejorado un puesto en el Índice de Desarrollo Humano elaborado por la ONU.
Este índice está compuesto por varias mediciones: salud, ingresos y educación. Se agita en un cóctel y sale una cifra que coloca a cada país en un puesto de honor o deshonor. Los primeros, son los países con más desarrollo social. Están Noruega, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos…
Los últimos, duele decirlo, son Níger, Congo y Zimbaue.
¿Y España? Según la última clasificación, ocupa el puesto 20. Eso es lo que dice el informe (publicado en El País) en su página 162 (está en castellano). Más adelante, expone las tendencias y señala que desde 2005 España ha avanzado un puesto (Tendencias en el IDH, página 168), pues hace cinco años estaba en el 21.
Pero los mismos informes de otros años no dicen eso. Según otro informe denominado 2007/2008, España ocupaba el puesto número 13 en la misma lista referida al año 2005. Si es verdad, eso querría decir que en cinco años, España habría perdido siete puestos en el Índice de Desarrollo Humano.
¿Cómo es posible que los mismos informes de la ONU digan cosas diferentes? A que, según explica el periódico, “la edición 2010 del informe del PNUD utiliza un nuevo método de cálculo del índice de desarrollo humano, que tiene en cuenta otros parámetros”.
A veces, como sucede con los datos estadísticos, a medida que pasan los años se corrigen algunas desviaciones, pues se cuentan con mejores mediciones. Eso es normal. Pero siempre se trata de pequeñas desviaciones.
El año pasado, en octubre, cuando la ONU emitió su informe de 2009, decía que en el IDH referido a 2007, España ocupaba el puesto 15.
Lo que no se entiende es que España esté en el puesto 13 en 2005 (según informes anteriores), y que ahora diga que entonces estaba en el puesto 21.
La ONU debería tener más cuidado antes de hacer saltar a un país de un lado a otro. Sobre todo cuando da saltos de siete puestos.
Este índice está compuesto por varias mediciones: salud, ingresos y educación. Se agita en un cóctel y sale una cifra que coloca a cada país en un puesto de honor o deshonor. Los primeros, son los países con más desarrollo social. Están Noruega, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos…
Los últimos, duele decirlo, son Níger, Congo y Zimbaue.
¿Y España? Según la última clasificación, ocupa el puesto 20. Eso es lo que dice el informe (publicado en El País) en su página 162 (está en castellano). Más adelante, expone las tendencias y señala que desde 2005 España ha avanzado un puesto (Tendencias en el IDH, página 168), pues hace cinco años estaba en el 21.
Pero los mismos informes de otros años no dicen eso. Según otro informe denominado 2007/2008, España ocupaba el puesto número 13 en la misma lista referida al año 2005. Si es verdad, eso querría decir que en cinco años, España habría perdido siete puestos en el Índice de Desarrollo Humano.
¿Cómo es posible que los mismos informes de la ONU digan cosas diferentes? A que, según explica el periódico, “la edición 2010 del informe del PNUD utiliza un nuevo método de cálculo del índice de desarrollo humano, que tiene en cuenta otros parámetros”.
A veces, como sucede con los datos estadísticos, a medida que pasan los años se corrigen algunas desviaciones, pues se cuentan con mejores mediciones. Eso es normal. Pero siempre se trata de pequeñas desviaciones.
El año pasado, en octubre, cuando la ONU emitió su informe de 2009, decía que en el IDH referido a 2007, España ocupaba el puesto 15.
Lo que no se entiende es que España esté en el puesto 13 en 2005 (según informes anteriores), y que ahora diga que entonces estaba en el puesto 21.
La ONU debería tener más cuidado antes de hacer saltar a un país de un lado a otro. Sobre todo cuando da saltos de siete puestos.